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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hacer una película policíaca que sea original es ciertamente difícil hoy día, pero no cabe duda que tras ver ésta no dejamos de reconocer que tiene algo de ello.
Posiblemente Quentin Tarantino es consciente de que sería complicado hacer un film y trató que fuera una producción barata, con pocos escenarios, fáciles de localizar y con escaso número de actores.
Un atraco a una joyería sale mal y los criminales supervivientes sospechan que uno de ellos ha dado el soplo a la policía.
Así nos cuenta en este caso la historia de un robo, que no vemos, de un mafioso que ha contratado a seis expertos asesinos para atracar una joyería y las trágicas consecuencias que de este hecho se derivan.
La cinta comienza con el desayuno de trabajo de la banda en la que cada uno tiene el nombre de un color, para no ser identificados, ni siquiera en ellos mismos.
Tras esta secuencia se pasa a la huida de los atracadores, uno de ellos herido, que deben reunirse en una nave en las afueras.
Sin embargo un policía ha logrado infiltrase en la banda.
Alguien ha dado el soplo, han sido traicionados y el robo se convierte en un baño de sangre.
Ha habido muertos y heridos y los que quedan van a refugiarse a un gran almacén desierto para tratar de averiguar quién ha sido el traidor.
Uno de ellos se está muriendo y a un guardia que han tomado como rehén, quieren hacerle confesar quién es el que los ha traicionado tras torturarlo despiadadamente.
Es ésta una de las escenas más duras y terrorífica que hayamos visto últimamente en una pantalla, por la excesiva violencia, que logra el desasosiego general de los espectadores.
A lo largo del relato se nos introducen algunos flash backs en los que se nos va haciendo un retrato de cada uno de los personajes, sus antecedentes y la forma de entrar en la banda.
Todos ellos se nos muestran como seres humanos, con momentos brillantes, así como sus debilidades, más que como unos delincuentes estereotipados por el cine.
Tras ver esta película no nos cabe duda de que este director sureño de 29 años que es Quentin Tarantino, sabe hacer cine y tiene ideas originales que revolucionan la estética y el ritmo de los films de acción y suspense, ya que tras escribirse el guion en tres semanas ha sabido resolverlo de manera estupenda, con una estructura que resulta francamente original, para una nueva forma de contar una historia del género negro, mostrando unos hechos con sinceridad, sin enfatismo, donde se palpa el peligro, el miedo y la muerte.
Estamos ante un thriller violento, innovador en su manera de narrar de forma intencionadamente caótica, que discurre en continuos flash backs que provocan que el espectador sólo tenga claro que el robo ha salido mal.
S e vibra con estos turbios personajes, sobriamente encarnados por Harvey Keitel, Tim Roth, Michael Madsen, Chris Penn y el propio Quentin Tarantino que se reserva un pequeño papel.
Un director a seguir y un título que no hay que perderse.
Premio a la dirección y el guion en el Festival de Sitges. Premio del público en el Festival de Sundance. Felix para el guion y el montaje en los premios 20/20. Premio Tournage en el Festival de Avignon. Premio ACCA al guion. Premio Independent Spirit a Steve Buscemi. Premio Sant Jordi a Harvey Keitel. Premio Bronze Horse a en el Festival de Estocolmo. Premio Fipresci en el F. de Turín. Premio de la crítica en el F. de Yubar .
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