, . |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
A Franklin J. Schaffner le hemos visto anteriormente la mediocre Rosas perdidas (1963) y también el inteligente El señor de la guerra (1965).
Ahora nos llega con una reciente producción, en la que, una vez más, aparecen los agentes de la CIA, con el típico planteamiento de la Guerra fría entre dos mentalidades e ideologías políticas totalmente diferentes.
Sin embargo 'Mi doble en los Alpes' (1967) está por encima de todas esas cuestiones.
El frío agente secreto Dan Slater, conocido como Kalmar, al serle notificada la muerte de su hijo, viaja a Austria para asistir al entierro, cuya muerte se produjo en un accidente cuando practicaba el esquí en los Alpes.
Al estudiar detenidamente los hechos se da cuenta de que no fue un accidente, sino que fue un asesinato.
Pronto el agente se pone en contacto con Gina, la amante de un magnate de los negocios, que le facilita las pistas que necesitaba.
En realidad, todo forma parte de un plan del servicio secreto ruso para hacer que Dan fuese a los Alpes, secuestrarlo y sustituirlo por un doble exacto a él, para que pueda así infiltrarse en la CIA.
La intriga va creciendo a medida que Dan Slater investiga a los distintos sospechosos.
Apoyándose en un sólido guion de un complejo espionaje, pero de sencilla y sólida estructura, con unos diálogos llenos de brillantez y agudeza, Franklin J. Schaffner construye la película interesándose primordialmente en los personajes, en su descripción y en su evolución.
Su realización se distingue por el detalle matizador, enriqueciendo las escenas y dirigiendo a los actores con una evidente soltura.
Es una dirección sobria y al mismo tiempo tiene esa originalidad y sensibilidad que ya se advertía en El señor de la guerra (1965).
Las escenas que están mejor conseguidas son las tensas y las dramáticas, que nos van perfilando a los distintos personajes.
Por el contrario en las de acción hay algo de torpeza en la realización, alargándose a veces y rompiendo el ritmo del film.
Todo ello hace que la historia no sea otra más de agentes secretos, sino que es una cinta muy diferente en cuanto a sus características.
La anécdota policiaca es únicamente un pretexto para el estudio en profundidad de este protagonista que, ante un hecho dramático, ha de revisar todo su personal esquema de enfoque vital.
Posee una buena fotografía de Denis Coop y tiene una ajustada música de Ernie Freeman, junto a una sobria interpretación del conjunto de actores.
En el aspecto negativo hay que apuntar un cierto alargamiento en la parte final de algunas de las escenas de esquí, que no van con el conjunto de la película, a pesar de cumplir una determinada función argumental.
Ello repercute en el total y priva de una mayor redondez final al film.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE