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CRITICA
Por: PACO CASADO
Al comienzo de la década de los años 70 comenzó una serie fílmica que tomando por base el best seller de Arthur Hailey lanzó aquel primer Aeropuerto (1970), dirigido por George Seaton, cuya fórmula han ido repitiendo las siguientes secuelas que cada dos o tres años han ido apareciendo.
De esta manera tras Burt Lancaster, han sido Charlton Heston, Jack Lemmon o ahora aparecen Alain Delon y George Kennedy como los intrépidos comandantes del aire que saben salvar como sea a sus respectivas tripulaciones.
La serie que ha sido muy eficaz en el aspecto comercial, pero de pobre altura en lo estético cinematográfico, se ha encontrado en estos momentos con la actualidad del avión Concorde un nuevo aliciente para poder seguir filmando películas que resulta que son casi idénticas unas a otras, con ligeras variantes.
Maggie, una periodista de una importante cadena de televisión norteamericana, descubre que las industrias Harrison, un imperio industrial que llega a la NASA y al Pentágono, llevan años haciendo contrabando de armas, cuestión que, de hacerse público, significaría una verdadera y auténtica hecatombe.
El asunto se agrava aún más, ya que Kevin Harrison y Maggie mantienen relaciones.
Entre tanto la periodista tiene que viajar a Moscú para cubrir la información de la Olimpíada.
Durante el vuelo, el Concorde sufrirá una descompresión en la cabina y se verá atacado por un misil.
Tras un film explícitamente titulado Concorde affaire (1979), dirigido por Ruggero Deodato, de producción italiana, los norteamericanos vuelven los ojos al polémico avión anglo-francés y nos lo traen a este 'Aeropuerto 80' (1979), en plena lucha contra misiles y cohetes teledirigidos, de los que sorprendentemente sale victorioso.
El avión supersónico Concorde realiza su vuelo inaugural entre París y Washington, en el que viajan personalidades importantes del mundo del arte, de los negocios y de la política.
Entre ellos está también un famoso doctor que transporta un peligroso virus destinado a África.
Durante la travesía el aparato será objeto de varios atentados relacionados con el tráfico de armas que le impedirá llegar sano y salvo a su destino.
La cinta tiene todos los ingredientes de esta serie, un gran reparto estelar, un director artesanal como David Lowel Rich, un argumento predecible, etc.
Lo demás, ya se sabe, tópicos a mansalva, galería de personajes variados normalmente simpáticos y la novedad de dos viajes dramáticos en lugar de uno.
El primero contra los misiles y el segundo contra los cohetes.
Entre uno y otro, unas notas de la vida privada de los pilotos, y todo ello mal orquestado por la dirección de un vulgar David Lowell Rich, con unos trucajes muy malos, con transparencias de los años cuarenta, y un montón de actores que parece que están deseando terminar cuanto antes, redondeando entre todos un mal ejemplo de cine comercial desangelado y vulgar.
La serie ha tenido eficacia en lo comercial, pero poca altura artística en general, llena de tópicos con una galería de personajes simpáticos y la novedad del doble drama.
En medio unas gotas de las vidas privadas de llos pilotos y todo ello con una dirección de lo más vulgar y unos trucaje bastante deficientes.
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