, . |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Dentro de la historia del cine las películas del Oeste ocupan un lugar notable y entre ellas está este film de uno de los más grandes mitos del cine de Hollywood: Gary Cooper.
Terminada la guerra de Secesión americana, Blayde Hollister, un ex-oficial del ejército del sur que está reclamado por la ley por haber formado parte de las filas de las guerrillas de Quantrill, llega hasta la ciudad de Dallas, siguiendo la pista de los tres hermanos Marlow que, en su ausencia, asesinaron a su familia y expoliaron sus propiedades que poseía en Georgia.
En la ciudad de Dallas, los hermanos Marlow son también perseguidos como autores de diversas fechorías.
El sheriff, un elegante bostoniano recién nombrado para el cargo, tiene planteado con ellos un grave problema.
La llegada del ex confederado, que tiene puesto precio a su cabeza no hace más que complicar la situación.
Esta interesante cinta conserva el viejo aroma de las leyendas del Oeste, con un esquema sin mayores sorpresa que, sin embargo, funciona adecuadamente gracias a la actuación de Gary Cooper, que incorpora con su habitual sobriedad al oficial confederado y le otorga una sombría carga de misterio al personaje.
Sus héroes son ya de todo un pueblo, y sus caracteres se muestran tan pétreos y definidos como los dioses griegos, los caballeros medievales o los gigantes de la mitología germánica. Aquí, el destino, la justicia y el amor, son conceptos muy encarnados, y sus signos perceptibles han llegado a convertirse en símbolos, rodeados del polvo de las llanuras, del perfil agresivo de los roquerales o del humo pegajoso de los saloons. Esta película está en aquella línea épica del cine del Oeste y se conserva como un bello recuerdo, usado para refrescar la memoria.
Por su pureza y sinceridad, por su encanto e ingenuidad, merece nuestro elogio y por llevar en su cabecera de cartel una leyenda del cine como Gary Cooper, pese a no ser de los films más famosos de este actor, pero mantiene los parámetros del western clásico con esta historia de forajidos y de venganza.
'Dallas, ciudad fronteriza' (1950) está dirigida por Stuart Heisler, un ducho artesano que comenzó al lado de John Ford como su ayudante de dirección, fue contratado por el multimillonario Howard Hughes para dirigir una cinta que jamás llegaría a realizarse y él sería uno más de los numerosos directores cesados por el magnate.
Tiene un estilo vigoroso y sentido de la acción, cualidades que se pueden apreciar en este western sin mayores pretensiones pero eficaz y bien realizado.
En cuanto a criticarla científicamente sus medios expresivos hemos de comprender que tiene el peligro de ser demasiado lineal y un tanto superficial.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE