|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Alfonso Paso debía hacer las comedias tomando una serie de elementos invariables y sacándolos de una bolsa al azar, ya que todas ellas eran iguales o parecidas, con situaciones idénticas, personajes en las mismas circunstancias, para terminar felizmente tras haber engañado durante hora y media a un espectador ingenuo que reía con una serie de problemas tan superficiales y divertidos como irreales, que le evadían de los propios, mucho más importantes y trascendentes, por supuesto.
Los amores de una pareja de enamorados ya maduritos y otoñales siempre podían tener su gracia, si se complicaba añadiéndole un tópico tras otro.
Para este caso se utiliza a dos actores, Paco Martínez Soria e Isabel Garcés, veteranos en el asunto de la comedia, que además gozaron durante mucho tiempo de las simpatías del público medio, que es el que iba al cine, que se drogaba con estas comedias para no pensar en otras cosas más serias.
Hecha con oficio por un director inteligente como Pedro Lazaga, que no se complicaba la vida ya que solía hacer media docena como ésta cada año.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE