|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras el éxito mundial conseguido por Aeropuerto, la Universal ha querido volver a repetir el logro con esta nueva película del mismo corte totalmente nueva en su argumento y construcción.
Un gigantesco Jumbo 747 despega del aeropuerto de Nueva York con destino a Los Angeles.
Todo transcurre sin novedad hasta que, en un punto del recorrido, su rumbo se aproxima al de una pequeña avioneta privada.
En ese momento, el piloto sufre un ataque al corazón y el aparto, sin gobierno, se estrella violentamente contra la cabina del Jumbo, cuyos tripulantes resultan muertos o malheridos.
El enorme reactor, sin embargo, sigue en vuelo, pero alguien a bordo deberá tomar los mandos y llevar la nave a tierra con sus 300 pasajeros.
Finalmente, Nancy Prior, una de las azafatas acepta el riesgo y la responsabilidad guiada desde la torre de mando por su novio Alan Murdock y comienza una inolvidable odisea de incierto final.
Nuevamente la novela de Arthur Hailey ha servido de inspiración y base para construir un gigantesco film cuajado de estrella en el que no falta la emoción y el interés producido con los elementos más espectaculares y moviendo todos los resortes como tan sólo el cine norteamericano es capaz de hacer estas superproducciones, en la que la elección del director ha sido un verdadero acierto.
Jack Smight es un realizador procedente de la televisión donde era compañero de Arthur Penn y otros directores que al pasar al cine constituyeron esa nueva ola que en estos momentos forman lo más destacado de la realización norteamericana de calidad.
Con cintas en su haber como El tercer día, Harper, investigador privado o Así no se trata a una dama, el joven director da un giro a su carrera enfrentándose a una producción de gran coste, de elevado presupuesto y de una gran espectacularidad.
Pero lo que no puede hacer nunca un director es milagros cuando lo que tiene en sus manos es un guion bastante desigual, con lagunas de interés, con un arranque premioso en el que se entretiene en exceso en presentarnos una serie de personaje que después no van a tener mas que una trascendencia anecdótica en el discurrir de la aventura.
Y sobre todo el mayor defecto de este guion que únicamente busca lo espectacular, es lo convencional que resulta, sobre todo a partir del momento del choque en el que salen despedidos los pilotos.
A partir de ahí no se mira más que buscar la emoción, pero se olvidan detalles que pueden ser accesorios, pero que resultan fundamentales que hace que todo resulte increíble.
Tan solo se mira provocar la emoción y si se consigue que el espectador olvide esos detalles, no cabe duda que se consigue, pero todo resulta falso.
La buena mano de Jack Smigth y su trabajo quedan así muy en segundo plano y el enorme plantel de estrellas no sirve más que para atraer al público.
Nominada al Globo de oro la debutante Helen Reddy que interpreta la canción Best friend.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE