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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cuenta la historia de cinco amigas que realizan una sesión de espiritismo online por videollamada mediante el sistema Zoom, conectada cada una desde su casa a través de la pantalla de su ordenador durante la cuarentena, provocada por el maldito virus Covid 19.
Ellas son Hailey, Jemma, Emma, Rodina y Caroline, además de Seylan, una medium a la que han invitado para que les ayude con su experiencia a llevar la sesión adelante, aunque a mitad de la misma se ausenta.
Hay también en algún momento al principio la presencia de Teddy, el único hombre que de alguna manera esporádica aparece en la sesión.
En un momento determinado Jemma invoca a Jack, un antiguo compañero de la escuela que murió, pero resulta ser una broma, no obstante la medium advierte que cuando se invoca a alguien que no existe, un espíritu maligno puede hacer acto de presencia.
A partir de ahí les lleva a vivir una serie de aterradoras experiencias, cuando en mitad de la sesión ese espíritu maligno invade sus casas, comienzan a sufrir ataques y producirse extraños fenómenos y a preguntarse que es lo que pueden hacer para sobrevivir a esa terrible noche de pánico.
Es una película muy tópica con el uso constante de los trucos habituales de este género, con los típicos ruidos, silla que se desplaza sola, puerta que se cierra de golpe, una copa que se rompe sola, un cuerpo arrastrado o suspendido en el aire, luz intermitente y así podríamos seguir enumerando un largo etc.
La única novedad es que está hecha toda ella por sky con las caras de las protagonistas aterrorizadas, pero no siempre se atiene a esta norma, ya que en algún momento una cámara a mano entra en alguna habitación o enfoca algo que no es posible con un ordenador inmóvil.
El cineasta británico Rob Savage es autor de una decena de cortos, seis episodios de series de televisión y hace con 'Host' (2020) el segundo título largo, en este caso un mediometraje de su aún corta filmografía, en el que nos da la impresión de que poco ha debido tener que hacer, ya que parece que es más una labor del montador (montadora en este caso Brena Rangott) de ir seleccionando la oportuna pantalla cuando algo destacado sucede, ya que el tiempo restante las seis están permanentemente expuestas a la vez.
Los guionistas no se han tomado ni siquiera la molestia de inventarse un nombre para cada una de las actrices ya que se hacen llamar por sus nombres verdaderos.
La labor de todas ellas se limita a poner cara de miedo o de terror y poco más, en esta cinta de bajo presupuesto.
Como es habitual las películas de este género nos da la impresión de que están hechas para adolescentes asustadizas, por lo demás nos parece una auténtica tomadura de pelo, menos mal que es cortita.
Según una de las definiciones de cine: "es el arte del cambio del punto de vista", y esta no tiene más que uno, luego esto no es cine, será otra cosa.
Premio del público en el Festival de Hearland.
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