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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director Sam Raimi llamó poderosamente la atención con una película de terror titulada Posesión infernal (1981).
Con algo más de medios que en esa ocasión hizo una especie de continuación que en nuestro país llevó el título de Terroríficamente muertos (1987).
El film que le siguió fue Darkman (1990) en el que contó para su realización con un gran presupuesto.
Pero para completar la trilogía terrorífica volvió al tema con esta cinta, de modesto coste, a la que le ha tenido que echar más imaginación que dinero con el que ha podido contar, y en la que se ha pasado bastante en cuanto a la comicidad.
Nosotros concebimos la realización de los géneros de manera más pura, en lugar de enredar unos con otros.
Si se trata de hacer una producción de terror hay que ir a por ello con todas las consecuencias y si es de humor también, pero no mezclar ambos géneros.
Aquí lo que hace es una especie de remedo de la novela de Mark Twain 'Un yanqui en la corte del rey Arturo', publicada en 1889, de la que hay dos versiones anteriores en serio, una de David Butler en 1931 con Will Rogers y Mirna Loy y otra de Tay Garnet de 1948 con Big Crosby y Rhonda Fleming.
Cuenta así que Ash un norteamericano, empleado en una ferretería de en unos grandes almacenes, se ve transportado accidentalmente con su automóvil a la Edad Media, al 1300 d.C, y atrapado en una lucha entre pueblos que son rivales.
Para poder regresar a su época tendrá que hacerse con el Necronomicón, un libro escrito con sangre y encuadernado con piel humana, que posee unos poderes verdaderamente maléficos.
Como el protagonista no pronuncia adecuadamente las palabras mágicas, "Klaatu Barada Nikto" origina toda una gran catástrofe provocando la resurrección de los muertos y el inmediato levantamiento de las fuerzas del mal, contra las que tendrá que enfrentarse y vencerlas si quiere volver a su casa.
Sam Raimi es uno de los directores que está especializado en el género de terror, como se demuestra por la trayectoria que lleva su obra hasta ahora, que provoca una gran pasión entre los muchos seguidores que tiene.
Nosotros confesamos abiertamente que no estamos entre esa legión de admiradores pero si mejora su cine no tendremos inconveniente en reconocerle sus posibles virtudes cuando llegue ese momento, pero por ahora su cine nos parece facilón y por otra parte sin apenas calidad.
Aquí se toma a broma esta especie de tebeo fílmico, con frases de sus protagonistas de auténtico comic.
Lo mejor de esta cinta es sin lugar a dudas los efectos especiales que están realmente muy conseguidos, pero poco más.
Premio Saturn a la mejor película de la Academia de ciencia ficción y horror. Premio Golden Raven a Sam Raimi en el Festival de Bruselas. Cinco premios Fangoria Chainsaw. Premio de la crítica a Sam Raimi en Fantasporto. Premio a la música en el Festival Park City. Premio Scream a la mejor adaptación de un comic al cine.
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