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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el año 1959 el veterano director John Ford hizo una interesante película titulada en España Un crimen por hora, que describía el diario servicio de un agente de policía patrullando por las calles londinenses.
Ahora, más de veinte años después, Daniel Petrie, un buen artesano del cine de Hollywood, con sus 61 años de edad, perteneciente a la generación de jóvenes realizadores que procedía de la televisión, que llegaron al cine con aires renovadores, como Arthur Penn, Sidney Lumet, Daniel Mann, etc. vuelve a contarnos la historia de una pareja de policías íntegros y honrados, en su patrullar de servicio, esta vez por las calles del conflictivo, superpoblado y abandonado barrio portorriqueño del distrito del Bronx, donde abunda habitualmente la prostitución, los parados, las drogas, las casas en ruina y el total abandono por parte de las autoridades, con un indolente jefe de la policía que rige la comisaría del distrito 41 del sur del Bronx.
En la ciudad de Nueva York esa comisaría del distrito sur del Bronx recibe el sobrenombre de Fort Apache, porque los policías que allí trabajan, se sienten como los soldados que estaban situados en un puesto avanzado en el salvaje Oeste, que solían verse rodeados con frecuencia y atacados por los indios.
La historia sigue en este caso al personaje del oficial de policía Murphy, que parece que es un cínico debido a su conducta, pero que en realidad resulta ser un moralista que tiene un gran sentido de la justicia, y no confía en nadie más que en su compañero y socio Corelli.
Daniel Petrie se ha encontrado con un guion muy convencional, inconexo, con apuntes interesantes, a veces de denuncia, con algunas acciones brillantes para deslumbrar, pero que no ha sido capaz de lograr mantener el ritmo iniciado en los primeros metros del film, por lo que su dirección resulta muy desigual y bastante mediocre en este caso.
En cierto modo las películas de Daniel Petrie se han basado siempre y se defienden por su reparto, y aquí ha contado con la buena estrella de un Paul Newman que tiene un atractivo, que incorpora al policía íntegro y honrado, cuya actuación siempre tiene garra.
En su favor hay que apuntar la buena recreación del ambiente y la humanidad de algunos de los personajes que hacen que se mantenga el seguimiento de la historia, aunque esto no evita que tenga algún que otro bache de interés y problemas de planteamiento existente a lo largo de todo el relato.
El error del guion posiblemente resida en que no resuelve finalmente nada.
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