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CRITICA
Por: PACO CASADO
Los anteriores capítulos de esta serie de producciones de Emanuelle negra, nos han puesto ya en antecedentes acerca del personaje, y así, una vez más, la sensacionalista fotoperiodista mundialmente famosa perteneciente a un importante periódico de la ciudad de Nueva York, se lanza en busca de nuevas aventuras con las que hacer sus reportajes.
En esta ocasión es enviada por su editor a la India y se une a su vieja amiga, Cora Norman, para descubrir una red de esclavos blancos que trafican con mujeres secuestradas en distintos lugares del planeta.
Sus investigaciones le dejan suficiente tiempo libre para viajar por el mundo y saltar de una cama a otra practicando sexo lésbico con una jovencita que acaba de conocer, mientras se pregunta si será capaz de acabar con esa esclavitud.
La saga no busca otra cosa que mezclar emociones de tipo aventurero con otras de corte erótico para así satisfacer la curiosidad sexual de la que está ávida del espectador que aún no se ha satisfecho de ella después de las muchas películas de este tipo que ya llevamos vistas.
Si por otra parte sus argumentos suceden en paisajes exóticos que añadan algo más a esta curiosidad que siempre tiene la persona de conocer nuevas cosas, mucho mejor.
De esta forma Emanuelle conoce al representante ante las Naciones Unidas para los países más pobres que le ayudará a tratar de resolver algunos importantes problemas que existen allí además de la trata de blanca, las carencias del llamado Tercer Mundo, asuntos estos que igual le llevan a visitar ciudades como Roma, Macao, Hong Kong o Calcuta, y de paso también nos muestra la escuela del Kamasutra o las bacanales que se producen en un harén.
A su paso Emanuelle encuentra toda clase de combinaciones sexuales, lo que pone la salsa a esta sarta de situaciones que en poco se diferencian ya de otras más o menos semejantes que le hemos visto a Laura Gemser en este papel de Emanuelle en el que se desenvuelve como pez en el agua, saliendo a flote de las escenas sórdidas en las que se ve envuelta.
El director de este nuevo capítulo de la serie es el habitual Joe D'Amato que dirige el film con desgana y despreocupación, lo que hace que junto al aburrimiento temático se añada el poco interés desde el punto de vista cinematográfico.
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