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CRITICA
Por: PACO CASADO
La novela negra y consiguientemente el cine negro, tuvieron su época en los años cuarenta y cincuenta, como una razón de ser y con una fórmula que les fue muy válida a ambos.
Hoy día se quieren adaptar esas novelas al cine y quizás se cometa el posible error de quererlas poner al día, actualizándolas y lo hacen sacando a los personajes de su ambiente y de su época.
De esta manera lo que en su día era un investigador privado característico, casi lo convierten en un agente secreto y entonces la fórmula ya no debe ser la misma en ese caso, ya que se arropa con persecuciones prolongadas, espectaculares carreras de coches, erotismo abundante, violencia con una gran cantidad de muertos y de escenas sangrientas, etc.
Cuando se publicó la novela de Mickey Spillane en su día, en la que se basa esta película, provocó un gran escándalo.
Si los lectores de entonces vieran lo que se ha hecho con ella en este film, no sabemos qué dirían, ya que no se parecería mucho a lo que ellos leyeron.
Ya anteriormente hubo una versión de este mismo texto que fue llevado al a la pantalla por el cine norteamericano, con el mismo título 'Yo, el jurado' (1953), dirigida por Harry Essex e interpretada por Biff Elliot, Preston Foster y Margaret Sheridan, con el atractivo añadido de ser filmada en 3 dimensiones.
En esta ocasión el elegido ha sido Richard T. Heffron, que sustituyó a Larry Cohen cuando fue despedido como director, que ha realizado una cinta funcional, en la que priva la violencia y el erotismo.
Mike Hammer, un detective privado que utiliza métodos no muy ortodoxos, se enfrenta a un nuevo y se pone en marcha en el momento en el que asesinan a Jack Williams, su viejo amigo manco, también investigador privado como él, que trabajaba en un caso, cuyas pistas conducen a una clínica sexual dirigida por la doctora Bennett, donde Jack estaba investigando de manera encubierta y cuando descubrió algo lo asesinaron.
Mike Hammer tendrá ahora que vengar el asesinato de su viejo amigo y compañero suyo en Vietnam y tratará de hacer todo lo posible para encontrar al asesino.
Los asesinatos se suceden y los cuerpos se van acumulando.
La investigación que lleva a cabo para resolver el caso es bastante prolija, con un arranque ciertamente prometedor y con un final realmente sorprendente como es habitual en las películas de este género.
En su afán de hacer un film espectacular, cosa que lo consigue, se olvida de darnos otros aspectos importantes como la psicología de los personajes.
Armand Assante, en el papel de Mike Hammer, da el tono justo aunque a pesar de todo no olvidemos que ya en otros momentos fue encarnado por Humphrey Bogart.
Por su parte la actriz Barbara Carreras es la encargada de poner un punto de erotismo al tema.
El resultado final es una cinta válida como producto de acción pero llevada a cabo sin demasiada calidad.
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