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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hubo una época en la que los estudios cinematográficos estaban en Madrid y Barcelona, donde se construian los decorados porque el cine se filmaba en su mayoría en esos estudios.
Pasado el tiempo la fotografía progresó y ya se podía rodar en exteriores o en interiores naturales sin tener que construir decorados.
Con el paso de los años resulta que cada autonomía hace su cine dotándolo de sus propias características autonómicas y señas de identidad de la region y de sus gentes ayudado en muchas ocasiones por las aministraciones y televisiones locales.
Así ocurre en esta ocasión con la gallega que nos ofrece este film film tanto de la productora gallega Portocabo como del director Toño López.
La trama de esta comedia de enredos familiar va en torno a la aventura de unos cuñados, unidos por al azar, que se meten en líos con un disparatado plan que se hacen querer.
La familia está compuesta por la madre viuda y sus tres hijas: Cuca casada con Eduardo, Peque con Sabonis y Mati está soltera.
Vino de Ribeiro, empanada y pulpo de contrabando, son los ingredientes de esta comedia, cien por cien gallega, rodada en Orense.
Dos de ellos, Eduardo y su cuñado Sabonis, han cometido un error en uno de sus negocios y necesitan una elevada cantidad de dinero para pagar a hacienda o pueden perder la bodega familiar.
Será Sabonis, que así le llamaban cuando era jugador del Club Orensano de Baloncesto, quien encuentra la solución al problema.
Esta vendrá de la mano del tercero, Modesto, a su vez cuñado de Alicia Zamora, la corrupta empresaria y traficante más famosa de Orense, que los engañó, los dejó tirados y fue quien los metió en problemas y a Sabonis se le ocurre secuestralo.
La cuestión está en que cuando la llaman ésta no piensa pagar ni un euro por Modesto, su cuñado, a quien considera un inutil, que lo tiene en la empresa de florero.
La torpeza que cometen estos perdedores en llevar a cabo el plan es lo que constituye el humor, gallego, de este relato pretendidamente cómico.
Modesto tampoco traga a Alicia y debido a ello les ayuda, en lugar de denunciarlos a la policía, expnoniéndoles un plan para obtener un dinero fácil de los negocios que hace Alicia y así podrán salvar la bodega y presentar el vino de la nueva cosecha.
Por medio se introduce el problema de Sabonis con su esposa Peque Padrón que le ha pedido el divorcio y la primera comunión de su hija Antia que coincide el mismo día en que se juega el partido de baloncesto decisivo que supondrá que el equipo de baloncesto de Orense, si gana, pase a ser de la ACB.
Toño López, procedente de la televisión, hace su primer largometraje para cine interpretado por actores de la región que cumplen dignamente con su trabajo sin ser grandes estrellas, metidos en situaciones absurdas a lo que les lleva el guion escrito por Araceli Gonda que coordina bien las distintas acciones absurdas, la mayoría de las veces, para que resulten entretenidas provocando la sonrisa de cuando en cuando, aunque dejen algunas cosas sin explicar lo que no satisface al espectador, tiene además algunos baches de ritmo y como cualquier comedia que se precie termina en final feliz.
Detrás de todo el enredo subyacen temas como el contrabando, en este caso no de droga sino de pulpo, el divorcio, el matriarcado gallego, la corrupción, los hinchas deportivos, todo ello sin tratar de dar doctrina ni echar sermones.
El director pone todo su conocimiento del medio televisivo al servicio del cine para sacar adelante su ópera prima que no pretende otra cosa que entretener.
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