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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película nos llega precedida de la fama que le han dado sus prohibiciones en diversos países y hasta ahora también en España, debido a su atrevimiento al presentar determinadas escenas de una gran dureza en lo que se refiere a las relaciones sexuales entre seres humanos, expuestas libremente sin tapujos de ninguna clase.
Conocida por su notable película Galileo Galilei, la directora italiana Liliana Cavani, que nos la ofrecía la pasada temporada, nos llega ahora con su polémico film 'Portero de noche' (1972), que se ha hecho famoso en toda Europa, que podemos ver ahora, varios años después de los que se produjo su realización, pero afortunadamente completo, sin que la censura haya producido ningún corte.
Inspirada al parecer en algunos hechos reales que impresionaron a la realizadora, nos cuenta la historia de un antiguo miembro de las SS alemanas, falso médico y torturador en los campos de concentración, que se reúne con otros compañeros para celebrar juicios mediante los cuales quitar de enmedio a testigos vivos de aquellos tiempos que pudieran perjudiarles.
Ahora trabaja como portero nocturno en un hotel, pero sus antiguos compañeros nazis comienzan a acosarlo.
El encuentro con una mujer en la Viena d 1957, le hace recordar aquella antigua pasión masoquista que llevó a cabo con ella y revivir ese amor que les llevará a la tragedia.
Estamos ante una narración original que combina con habilidad y audacia los planos sentimentales con los eróticos de aquella morbosa relación, con una dimensión histórica y política que incide en los principales personajes de esta cinta.
Es la historia de esa muchacha judía y del oficial de las SS nazis que viven una extraña pasión de dominio y fascinación mutua.
Años más tarde, en una Viena hermosa y bella pero distanciada, ese encuentro inesperado revivirá la ambigua pasión entre ambos.
Es una clara denuncia de los métodos nazis contada en dos planos, el presente y la evocación del pasado en los campos de concentración, formando acciones paralelas.
Narrada con una gran sensibilidad, con un perfecto equilibrio en cada uno de sus planos y secuencias, la Cavani demuestra su gran talla de extraordinaria realizadora, al poner en imagen esta difícil parábola cinematográfica denunciando la existencia de esas organizaciones secretas, aunque no se detiene en exceso en perfilar a los personajes secundarios y centrándose casi exclusivamente en la pareja protagonista y en su enfermiza forma de practicar el sexo.
Matizando y estudiando con gran detalle esta situación inicial, Liliana Cavani borda una película original e interesante, en donde destaca especialmente el análisis de las relaciones eróticas de los protagonistas, en una dimensión de víctima y verdugo, que revive el plano socio-político en que ambos se mueven.
Por otra parte no toma partido, sino que se limita a exponer los hechos para que el espectador saque libremente sus conclusiones, pero dotando cada plano de una fascinante belleza, arropada siempre por una perfecta ambientación en decorados, vestuario y música.
Está cuidada al máximo en sus aspectos formales, con una bella fotografía de Alfio Contini, que cuenta con una notable interpretación del gran Dick Bogarde y de Charlotte Rampling, que da perfectamente el físico lleno de fragilidad y belleza que el personaje requería.
F ilm importante que define a Liliana Cavani como una valiosa directora del moderno cine italiano con calidad cinematográfica, que sin duda, levantará polémica en muchos sentidos, ya que es una obra para comentar y discutir ampliamente.
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