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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hacía tiempo que no veíamos una producción inglesa tan divertida como ésta, tal vez desde La vida de Brian (1979).
Y la referencia no está descaminada, ya que aquí se conjuga la maestría de un director veterano como es el caso de Charles Chrichton, con la frescura, ingenio y humorismo de dos de los componentes de los Monty Python, que fueron los autores de aquella y de otras de corte parecido.
Aquí se nos cuenta la actuación de una banda que proyecta robar unos diamantes de la caja fuerte de un banco.
Esta película se inicia donde las demás terminan.
Mientras que en algunas se llevan todo el tiempo planeando el golpe y al final llevan a cabo el atraco, aquí todo es rápido, comienza por el golpe y después viene lo demás.
Porque de lo que se trata es del juego entre los personajes ya que a los pocos minutos de haber llevado a cabo el golpe, cada uno está pensando en traicionar al resto de sus compañeros ya que tratarán de engañarse unos a otros todos los componentes de la banda, empezando por el jefe, que aunque es el más listo cae el primero que ingresa en prisión, pasando por la chica, una avispada norteamericana que trata de conquistar a todos con su amor con la misma finalidad, un ex-agente de la CIA que tres cuartos de lo mismo, y hasta un tartamudo con una gran afición a los animales que se dedica a matarlos y un desmedido amor por su pez, Wanda, que se llama igual que la protagonista y hasta el propio abogado de la causa que él también piensa que puede participar del botín, se sentirá atraído y tentado por los diamantes robados y será uno más en intentar llevárselos.
Los gags se suceden a lo largo del relato sin solución de continuidad y parece no terminar nunca, aunque a veces se abusa de las repeticiones.
El film mezcla, por una parte la veteranía del director Charles Crichton con el siempre alocado humor de algunos de los miembros del grupo cómico inglés de los Monty Python, ya desaparecido, que hacen que se suceda un gag detrás de otro y que sea difícil distinguir o resaltar una escena cómica debido a las muchas que posee la cinta.
Cuando ya parece terminar, que ha llegado a su cota más alta, aún quedan más engaños, traiciones y chistes, dado que se trata de una imaginativa comedia, fresca, ingeniosa y trepidante.
Los actores están muy bien encajados en sus respectivos papeles, mientras que la dirección lleva con agilidad y soltura la película sin que en ningún momento se haga notar lo repetido de algunas situaciones.
El resultado es una producción divertida en todo instante, llena de imaginación en los gags y sabiendo mezclar los distintos personajes como para que no den respiro al espectador en su comicidad, yendo de sorpresa en sorpresa con agilidad, sacándose cada vez una nueva carta de la manga para sorprender al espectador.
El elenco de actores está bien seleccionado y son básicos en esta comedia con escenas antológicas.
Oscar al mejor actor secundario para Kevin Kline. Bafta para Michael Palin y John Cleese. Premio ASCAP a la música. David de Donatello a John Cleese. Premio Golden Screen Germany. Nastro d'argento a John Cleese.
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