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CRITICA
Por: PACO CASADO
A veces la crítica tiende a etiquetar los productos de acción interpretados por actores como Sylvester Stallone, Arnold Szwarzenegger, Steven Seagal o Jean-Claude Van Damme, cuando a veces hasta tienen algunos films dignos, como pueda ser el caso de este último actor que en esta ocasión trata de desmarcarse de los títulos que le hicieron famoso por sus actuaciones como especialista en artes marciales.
Aquí encarna al agente Anthony Stowe, un sucio policía corrupto, en tratos con el crimen organizado y enganchado a la heroína, que todo el mundo lo desprecia, al tiempo que su mujer está en trámite de divorcio y embarazada de otro hombre.
Su vida está hecha una auténtica ruina y en un tiroteo en un ajuste de cuentas recibe un balazo en la cabeza, estando a punto de morir, tras lo cual entra en estado de coma.
Meses después, tras una larga recuperación, trata de reconstruir su vida y arreglar las cosas, al conseguir una segunda oportunidad para corregir los errores del pasado.
Vuelve al ataque cuando su esposa es secuestrada por el traficante y excompañero, líder de la peligrosa banda mafiosa que le causó el mal, tras el cual iba para detenerlo y así saciar su sed de venganza.
Un discreto drama, con un inocuo mensaje social en el que Van Damme, sin ser un buen actor, trata de incorporar un personaje diferente al suyo habitual, uno de los más oscuros que le recordamos de su filmografía hasta estos momentos.
Simon Fellows vuelve a trabajar con el actor belga en esta coproducción entre cuatro países.
Ambos profesionales se han especializado en cinta de acción como la que nos ocupa y concretamente el actor es conocido por sus demostradas dotes en las artes marciales en este tipo de películas.
Sin embargo trata de cambiar aquí su registro habitual, sobreponiendo el drama a la acción, para demostrar que además de músculos también tiene dotes para la interpretación.
El director, por su parte, aporta una carga mayor de drama y suspense en el que destaca la presencia de Stephen Rea en el reparto junto a la televisiva Selina Giles que ya coincidió con él en 'V de Vendetta' (2005).
A pesar de las buenas intenciones de hacer algo diferente no difiere mucho de un telefilm al uso.
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