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CRITICA
Por: PACO CASADO
Lindsay Lohan con dos o tres películas que ha interpretado hasta ahora se ha convertido en una adolescente con porvenir dentro de las estúpidas comedias que suele hacer la industria americana de vez en cuando.
Entre sus éxitos están 'Tú a Londres y yo a California' (1998) y 'Ponte en mi lugar' (2003), donde hacía de una rockera adolescente hija de Jamie Lee Curtis que intercambiaban sus personalidades y ahora con 'Quiero ser superfamosa' (2004) se supera a sí misma con el personajes más estúpido de los interpretados hasta ahora.
Lola abandona Nueva York y se marcha con su madre a Nueva Jersey donde tiene que empezar en un nuevo instituto y tratar de hacer realidad su sueño de ser famosa.
Bebe los vientos por un cantante de moda y ha de enfrentarse a la niña rica del instituto, Carla, a la que arrebata el papel de My Fair Lady, pero miente más que habla para darse importancia.
Por azares del destino terminará encontrándose en una fiesta con el joven cantante de sus amores, pero nadie le cree que ha estado con él.
Al final aprenderá que lo mejor es vivir sencillamente, tener amigos de verdad y ser lo que realmente la vida le tiene reservado a cada uno.
Para llegar a este final hay que aguantar lo insoportable en estupideces adolescentes, rivalidades estudiantiles, zancadillas a las compañeras y otras lindeces por el estilo.
¿Pero cómo se puede producir una película así?.
Y hasta es capaz de haber tenido éxito en Norteamérica, porque la protagonista cobra ya un millón de dólares por cada film que interpreta.
¡Que Dios nos coja confesados si este es el futuro del cine americano!.
Premio Teen Choice a Lindsay Lohan.
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