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CRITICA
Por: PACO CASADO
En muy pocas ocasiones, como ocurre en ésta, se ha podido decir que el cine se convierte en un auténtico tebeo cinematográfico, o que el comic cobra vida en la pantalla grande a través de sus héroes convertidos en una realidad de la ficción fílmica.
No sabemos qué ha sido antes, si el huevo o la gallina.
Nos explicamos.
Sabemos de la existencia de unos muñecos que sirven a los niños para sus juegos infantiles, que han sido incorporados a la nómina de sus héroes que han dado lugar primero a una serie televisiva de dibujos animados y posteriormente a esta película.
Ignoramos si esos muñecos habían sido sacados de algún comic anterior o de los muchos que en estos momentos se editan.
No obstante para el caso da lo mismo.
Lo cierto es que aquí los tienen, con sus torsos al descubierto, luciendo unas espléndidas musculaturas, larga cabellera rubia, rostros angulosos y valentía en sus rostros, empuñando unas pesadas espadas en una mano y una moderna pistola de rayos laser en la otra.
Se crea de esta manera un universo mezcla de la época medieval por un lado con un mundo futurista por el otro.
La acción se desarrolla en el planeta Eternia, que está mucho más desarrollado que el nuestro, en el que el poderoso señor Skeletor, como ocurre siempre, se quiere hacer con el poder del universo y con sus ejércitos de la oscuridad luchan por el control del Castillo Grayskull, donde vive Sorceress, una hechicera, de la que quiere hacerse con su magia contra el heroico guerrero He-Man que capitanea los ejércitos del bien en compañía de su amigo Duncan y su hija Teela.
Para ello tiene en su mano una extraña llave mediante la cual se pueden abrir las puertas que le llevan a través del tiempo y del espacio.
De esta manera nuestros héroes van a parar a la Tierra, en donde se ven implicados una pareja de jóvenes enamorados, en esta lucha desigual, en la que la hechicera, que está retenida, será ejecutada si los protagonistas no logran el éxito de la victoria.
Cinta realizada desde este punto de mira, con algunos efectos especiales, mientras en otros momentos se notan demasiado las transparencias y los trucos empleados.
La película está dirigida por el debutante Gary Goddard con más oficio que beneficio.
Los ieráticos actores ponen caras de buenos o malos según el bando en el que luchan y sobre todo dan el perfil físico porque la verdad es que otra cosa no se les pide, quedando el protagonismo del héroe en manos de Dolph Lundgren y el del malvado a cargo de Frank Langella y por la parte femenina debuta Courteney Cox.
Pergamino de plata de la Academia de ciencia ficción. Premio a los efectos especiales en Fantasporto.
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