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CRITICA
Por: PACO CASADO
La presencia de 'El último duelo' (2021) en la Mostra de cine de Venecia, fuera de concurso en el cierre del certamen, se justifica con la entrega del premio Glory to the Filmmaker a su director Ridley Scott.
Esta producción histórica de traición y venganza, está basada en hechos reales que tuvieron lugar en la Francia del siglo XIV recogidos a través de la novela escrita por el crítico literario Eric Jager, publicada en 2004, basada en una leyenda francesa, cuya acción se centra en el duelo que se estableció en 1386 entre dos caballeros, ambos de noble cuna, Jean de Carrouge un personaje rudo e iletrado, un guerrero defensor del honor y del rey y Jacques le Gris culto y hábil en la política, dos amigos que terminaron convirtiéndose en rivales llegando a un duelo a muerte para dilucidar el agravio cometido por uno de ellos contra la persona del otro que fue el último duelo que se permitió oficialmente en ese país durante el reinado de Carlos VI.
Jacques, un caballero astuto y culto, que se mueve en las esferas del poder, está enamorado de Marguerite y un día entra en su apartamento de manera poco ortodoxa y tras declararle su amor la fuerza y la viola a pesar de su negativa.
Cuando la mujer de Jean, Marguerite, acusa al libertino Jacques de un cargo que él niega, ella en un acto de valentía, lo acusa de manera desafiante para que se haga justicia.
El consiguiente duelo que se establece entre los dos hombres determinará el destino de los tres según se creía era la justicia de Dios.
La historia viene a denunciar el estado en que se encontraba la mujer en aquella época en un mundo totalmente regido por los hombres y en el que ellas no contaban para nada.
El octogenario director Ridley Scott, que comenzó su interesante filmografía con Los duelistas (1977), una película de capa y espada, vuelve al género medieval con esta su penúltima producción de momento tras dejar atrás una gran cantidad de títulos la mayoría ellos bastante interesante y otros memorables, pero en esta ocasión nos da la impresión de que no ha acertado.
Por una parte porque el enrevesado guion, con una estructura engorrosa en el que vuelven a coincidir Matt Damon y Ben Affleck, que se basa en hechos históricos, adapta la novela de Eric Jager y lo hace de manera bastante confusa, pasando de una batalla a otra casi sin solución de continuidad, que nada añaden a la trama central cuando en realidad lo que interesa es el conflicto moral que se provoca entre los dos amigos con una dama de por medio.
En segundo lugar parece que esas batallas están incluidas, a parte de que eran bastante frecuentes en aquella época, para darle espectacularidad al tema, pero lo único que hacen es alargar la historia de manera excesiva y confundir al espectador.
Por otra parte, a nuestro entender, el reparto no ha sido el más acertado, ya que Matt Damon puede ser un protagonista muy bueno para films de acción que se desarrollan en la actualidad, pero disfrazado de caballero medieval, parece que no le va el personaje y casi otro tanto diríamos de Adam Driver, actor que parece que está de moda y aparece en toda clase de cintas últimamente.
Ridley Scott, cuenta esta historia por capítulos, desde cada uno de los puntos de vista y perspectiva de los intervinientes que motivan el juicio lo que resulta algo repetitivo.
A Scott parece que los muchos años que ha cumplido le han debilitado el pulso para conseguir el ritmo necesario y nublado las ideas a la hora de poner en imágenes de forma rutinaria esta clase de género, no obstante parece que tiene la intención de seguir en la brecha con nuevos productos que tiene en perspectiva.
La película nace con el inicio del duelo del título y a través de un largo flash back se cuenta este relato para acabar con el final del enfrentamiento que es de lo más espectacular.
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