|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Las películas de espionaje constituyen todo un género por sí mismas a lo largo de la historia del cine, que tiene sus normas, sus leyes y sus líneas clásicas aunque últimamente se hayan adulterado en ocasiones con las modas introduciéndoles elementos extraños al tema en busca de darles más espectacularidad.
'El cuarto protocolo' (1987) se puede decir que es espionaje en estado puro, a la antigua usanza, y cuenta para ello con varias bases importantes para cumplir los requisitos.
Por una parte el tener un argumento de una novela de un autor tan prestigioso y famoso como Frederick Forsyth, de la que él mismo se ha encargado de hacer el guion, tras la adaptación para el cine de George Axelrod.
De este autor ya en otras ocasiones se han llevado algunas de sus novelas a la pantalla, constituyendo algunas de ellas grandes éxitos comerciales e incluso contando con el favor de la crítica como se pueden citar los casos de Odessa (1974), Los perros de la guerra (1980) y más especialmente Chacal (1973), por no hacer la lista más extensa.
Esto hace que tenga un argumento muy atractivo, en el que John Preston, un agente del servicio británico, es encargado de impedir que los rusos detonen una explosión nuclear junto a una base norteamericana situada en el Reino Unido.
La CIA logra descubrir a tiempo al espía de la KGB designado para esa misión, el comandante Valeri Petrofsky, y toda la red de espionaje que había creado detrás, como era previsible.
Por su parte los rusos esperan que esto rompa la relación especial existente entre los dos países.
La consiguiente movilización de la CIA originará el suspense de saberse si se llegará a tiempo de evitar el desastre.
Por otro lado el film está llevado a cabo con bastante corrección, a cargo del director canadiense John MacKenzie, acostumbrado a realizar cinta de acción, trabajo al que tal vez le falte en esta ocasión un poco de más imaginación y le sobre algo de oficio.
Para ello cuenta con un sólido cuadro de actores a la cabeza del cual figura el siempre correcto Michael Caine, cuyos muchos papeles similares hace que tenga la lección muy bien aprendida, con una buena réplica a cargo de Pierce Brosnan y los buenos veteranos que les respaldan, cono Ned Beaty o Ian Richardson en papeles más secundarios.
Cuenta además con una fotografía con buenos matices de Phil Meheux y la siempre interesante música compuesta por Lalo Schifrin.
Los buenos aficionados a este género tienen la diversión asegurada.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE