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CRITICA
Por: PACO CASADO
José Manuel y el resto de los miembros de la asociación ufológica Ovni-Levante, se reúnen semanalmente para intercambiar información sobre los mensajes recibidos de los extraterrestres y algunas de las abducciones que se hayan producido.
Julio, su líder, muere de forma inesperada, lo que ha sido un duro golpe para los componentes de la asociación dejando a José Manuel un tanto traumatizado y como la única persona que conoce el secreto cósmico que puede alterar el provenir de la raza humana.
Entre tanto se busca a una niña de unos ocho años, llamada Vanesa, que desapareció hace unas semanas sin que se tengan noticias de ella a pesar de difundirse el hecho por la televisión.
La chiquilla tiene una hermana gemela llamada Verónica y un tío, José Manuel, que regenta un bar y es aficionado a los platillos volantes.
La idea partió de una precaria asociación ufológica que desapareció poco tiempo después tras formar una especie de familia esotérica con personas tan distintas unidas por su afición común a los OVNIS.
El tema de este film, en el que se dan cita lo realista y lo fantástico, combinando comedia, drama, ciencia ficción y costumbrismo, tiene relación con algunos de los misterios de los cortos que el director rodó con anterioridad con extraterrestres de por medio, siempre con un tono entre la comedia, el realismo y la ciencia ficción, su género preferido, pero en plan pobre ya que no dispone de medios.
Se trata de la ópera prima del realizador ilicitano Chema García Ibarra, tras hacer varios cortometrajes, en lo que lleva más de una década, tratando de ponerles un sello personal y de que sea lo más natural posible, con expresiones y miradas verdaderas.
La mayoría de ellos fueron premiados en varios certámenes importantes.
'Espíritu sagrado' (2021) se estrenó en España en el Festival de cine europeo de Sevilla, con la presencia del director y de algunos de los miembros del elenco artístico, tras pasar por otros certámenes internacionales como Cannes, Berlín, Sundance, San Sebastián o Locarno.
La película ha sido rodada en 16 y 35 milímetros, con largos planos estáticos, prácticamente en Carrús (Elche) el barrio obrero donde creció el director, por lo que conoce bien a los vecinos y a cuantos participaron en el rodaje, que por supuesto no son actores, dándole así a la historia un aire de más verosimilitud y naturalidad en la actuación de los distintos personajes.
Esto tiene el peligro, algo que aparece en muchos momentos de la historia, y no es otro que el tono amateur que surge en muchos momentos, tanto por parte de los actores como por la puesta en imágenes que hace Chema García Ibarra.
No obstante llama la atención que tanto sus cortos como este largo, con un cine tan primitivo y amateur haya recibido tantos premios en certámenes de todo el mundo.
Sin embargo se nota en la realización el interés que pone su director en la elección del mejor encuadre, en los planos más convenientes y en definitiva todo lo que concierne a la realización cinematográfica.
Posiblemente si en algún futuro pudiera tener más medios y un presupuesto medianamente digno, podría demostrar todo lo que sabe con respecto al cine.
Premio Fipresci en el Festival Jameson. Mención especial en el Festival de Locarno. Mejor cinta en el Toulouse Cinespaña.
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