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CRITICA
Por: PACO CASADO
Está muy claro que los únicos productos que funcionan hoy día en la taquilla son la grandes producciones, el cine de terror, y cada vez menos y las películas infantiles, preferentemente las de animación para los pequeños espectadores.
En este sentido las distribuidoras buscan estos productos en cualquier cinematografía que los tengan y aunque sean de años anteriores con tal de tener algo que ofrecer a esa clase de audiencia.
Así ocurre con 'El valle de las linternas' (2018) que nos llega con cierto retraso y con un aspecto que no se ha tenido muy en cuenta y es que por su temática, como es el juego con el tiempo, no creemos que sea muy asequible para los niños muy pequeños que se pueden aburrir con tantas repeticiones de las mismas imágenes sin entender muy bien lo que está ocurriendo.
La acción comienza con una anciana llamada Olistene recogiendo unas flores azules que después tritura en un mortero para obtener un aceite de ese color, que le puede curar su enfermedad, cuyo experimento le explota en varias ocasiones hasta lograrlo finalmente.
Esa vieja mujer tiene el dominio sobre el tiempo y hace que cada año al final del mismo se vuelva a repetir de nuevo.
Olistene, que está muy enferma, es la abuela de Porter, un niño de siete años, que entre otras cosas se dedica a hacer las linternas de papel que vuelan, para todos los habitantes del pueblo para celebrar la fiesta de ese nombre, y por ello pretende enseñarle a su nieto el oficio para que la tradición no se pierda.
De esta forma se cuenta la historia de los entrañables habitantes del Valle de las Linternas, entre los que se encuentra Keelan, un hombre que está sin trabajo, al que ha abandonado su esposa, que se ha idco con el panadero, ya que se ha arruinado jugando a las carreras de los cerditos.
También está la madre de Porter que está embarazada ya que el niño quiere tener una hermanita que nunca acaba de llegar debido a la repetición del tiempo.
El cineasta canadiense, Caleb Hystad, un director con larga experiencia en la animación, es el encargado de escribir el guion de esta historia y también de dirigirla, como ya ha hecho anteriormente con una serie de televisión, dos largometrajes y codirigido un tercero, siendo éste el cuarto de su filmografía.
Posee una animación muy elemental para los avances que ha experimentado este género últimamente, y una historia que puede resultar aburrida para la audiencia a la que va dirigida fundamentalmente, lo que tampoco entusiasmará a los adultos ni a los buenos aficionados a este género animado.
Premio Rose al mejor programa o serie infantil en los Premios Alberta..
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