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CRITICA
Por: PACO CASADO
Últimamente parece como si al amparo de las reposiciones que se están haciendo en estos momentos, tanto de películas del Oeste norteamericanas como de las realizadas en Europa que obtuvieron un más que considerable éxito hace ya algunos años, amenazara con invadirnos nuevamente la gran cantidad de subproductos italianos en su mayoría, de este género, o en coproducciones con España o Alemania, realizados con escasos medios y sin la menor noción cinematográfica, se filmaron, casi de manera industrial, en serie, en los desérticos paisajes de Almería y sus alrededores, durante la década de los años sesenta y parte de los setenta, además de otros parajes de la geografía española.
Como ejemplo de las reposiciones de esos westerns a los aludíamos antes, se pueden citar títulos como Los siete magníficos (1960), La muerte tenía un precio (1965), Por un puñado de dólares (1964), entre otros.
Johnny, un pistolero que sale de la cárcel después de doce años de cumplir la condena, por un crimen que no cometió, incriminado por su hermano Sartana, que además le quitó la novia, regresa a la ciudad y encuentra a su vuelta que éste se ha convertido en un déspota y se ha hecho el dueño de la región, alentado por el afán de venganza de su posesiva madre, que lo adora, y ayudado por la banda de matones que tiene a sus órdenes.
Johnny, en colaboración de un joven mudo, tendrá que enfrentarse finalmente a su hermano, para liberar a los habitantes del pueblo de su despotismo.
Toda esta historia suena a ya conocida muchas veces del típico enfrentamiento entre dos hermanos, en esta ocasión en el Oeste.
Una vez más se usa aquí el esquema del pistolero redentor que recuerda en su argumento al de Los siete magníficos (1960), por ejemplo, hasta en una música tópica y machacona, calcada en cierto modo de las partituras de Ennio Morrione para esta clase de films.
Por lo demás la cinta no ofrece más que peleas interminables que no producen el más mínimo daño, situaciones grotescas o casi lacrimógenas y una fotografía de Gino Santini realmente insufrible que acaba de completar el desafuero de esto que no nos atrevemos ni siquiera a llamar película, lástima de tanto celuloide mal gastado en esta clase de producciones que tanto daño hacen al buen cine, que no sirven más que para rellenar programaciones en los meses de verano en los que no se estrenan los films llamados a ser grandes éxitos de temporada o reposiciones de títulos que lo fueron años atrás.
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