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CRITICA
Por: PACO CASADO
No tuvimos ocasión de ver esta película cuando tuvo lugar su estreno en nuestro país dados nuestros pocos años en esos momentos, pero sí cuando tuvo lugar su primera reposición y esta es la crítica de lo que nos pareció en esos días.
En la presente temporada estamos teniendo ocasión de ver algunas reposiciones de films interesantes, entre ellas varias buenas muestras de las que están en las enciclopedias cinematográficas y en los libros de cine que ya han sido consagradas como auténticas obras clásicas de este joven arte.
Una de esas notables producciones es esta que hoy comentamos, 'El tesoro de Sierra Madre' (1948), cinta que goza de un buen prestigio por sus valores y los premios conseguidos en su momento.
Su director es el veterano, John Huston, que ha pasado a la historia del cine con un título perteneciente al género negro tan relevante como 'El halcón maltés' (1941), que es su ópera prima, y otro dentro del género de aventuras 'El tesoro de Sierra Madre' (1948) que resultaba un tanto original, demostrándonos con ella que ya en su tiempo era un realizador de vanguardia, que abría caminos no sólo en estos géneros cinematográficos, sino también en la realización y puesta en imágenes de sus obras.
Buena prueba de ello es la labor que hace en esta película que aún hoy nos parece que se conserva fresca y nueva y no sólo eso, sino que también está en la línea de la forma de hacer cine de hoy día.
Posee unas buenas tomas en primeros planos, con un interesante montaje que ayuda en gran manera a llevar adelante ese formidable guion, basado en la novela de B. Traven que ha escrito el propio John Huston, con un gran equilibrio en la construcción de la narración, que propone una reflexión sobre la ilimitada avaricia del ser humano, a través de una clásica historia de búsqueda del oro en las montañas de México por tres individuos de distinta catadura.
El azar reúne a tres hombres unidos por la amistad al principio hasta que encuentran el preciado metal y todo se vuelve codicia y desconfianza entre ellos.
A través de él va manejando con notable soltura y agilidad narrativa a una serie de personajes con un buen estudio de la psicología y caracteres de los mismos, cuya manera de pensar y actuar va evolucionando lenta y pausadamente en sus actitudes, sin que por ello decaiga el interés del espectador, gracia a su agilidad narrativa, bien dosificada a lo largo de toda la trama.
Tiene una buena fotografía en blanco y negro de Ted D. McCord y una acertada partitura musical de Max Steiner.
La labor interpretativa es notable en la tripleta central constituida por Humphrey Bogart, Tim Holt y Walter Huston, sobre todo este último, padre del director, que hace una creación realmente memorable.
Obra de una vitalidad contagiosa sazonada de un humor de amargas aristas que es también un tratado sobre la aventura, entendida más como fin que como medio.
Oscar a la dirección, al guion y a Walter Huston. Globo de oro al film, dirección y Walter Huston. Premio Golden Train a Humphrey Bogart en el Festival de la isla de Faro. Premio National Board a la película, guion y Walter Huston. Premio a la música en la Mostra de cine de Venecia.
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