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CRITICA
Por: PACO CASADO
El comienzo de esta película, en la que Jeffrey Grant, un joven norteamericano, tras una charla con sus amigos trata de inscribirse en la Academia de las Fuerzas armadas, hace presagiar que estaríamos ante una historia más de adolescentes de las que tanto se nos cuentan en la actualidad en el cine de Hollywood.
Roy Parmenter es un agente del FBI que trabaja para descubrir a una familia estadounidense que son agentes soviéticos encubiertos que actúan al servicio de la KGB, pero en el transcurso de la investigación se ve atrapado en la amistad de manera imprevista con Jeffrey Gnant, su hijo, que quiere alistarse en el ejército y descubre que la identidad de sus padres es falsa.
Pero a poco del comienzo de este relato, pronto nos damos cuenta de que se trata de un film policiaco y de espionaje, como nos apunta el título que se le ha dado en España, que por cierto, nada tiene que ver con el original que, traducido sería algo así como 'Pequeño Nikita'.
Y es que a lo largo de la narración un policía del FBI descubre que los padres del joven protagonista no son norteamericanos, sino rusos, a pesar de que llevan una plácida vida como ciudadanos estadounidenses cultivando en un invernadero y ganándose la vida de forma honrada.
Sin embargo son espías de la KGB, que esa organización mantiene aletargados para echar mano de ellos en el momento en que les haga falta y los necesiten.
El guion de esta cinta, a pesar de estar firmado por varios guionistas, entre los que se encuentra el oscarizado Bo Goldman, autor entre otros del de 'Alguien voló sobre el nido del cuco' (1975) y 'Melvin y Howard' (1980), hay que convenir que es bastante convencional, a menos que se tenga una gran fe en lo bien que funciona el sistema informático estadounidense y los perfectos archivos que tiene informatizados la policía yanqui.
La realización que corre a cargo de Richard Benjamin, actor pasado a la dirección con 'Mi año favorito' (1982) y 'Adiós a la inocencia' (1984), no logra salvar la monotonía de la acción en algunos momentos.
La película encabeza su reparto con el actor Sidney Poitier que con 'Dispara a matar' (1988), dirigida por Roger Spottiswoode, vuelve de nuevo al cine, compartiendo el trabajo de interpretación en esta ocasión con el joven River Phoenix, que era uno de los protagonistas de 'Cuenta conmigo' (1986) de Bob Reiner y 'La costa de los mosquitos' (1986) dirigida por Peter Weir, entre otras.
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