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CRITICA
Por: PACO CASADO
El joven John Parker, un estudiante universitario de 19 años, que vive en la ciudad inglesa de Manchester, emprende un viaje hasta Brighton, el hogar espiritual del conjunto de los Mod, en una vieja Lambretta que le dejó su padre, al morir en un accidente de tráfico, que de alguna forma se erige en protagonista de esta historia.
John quiere ir a Brigthon a esparcir la cenizas de su padre porque seguramente a él le agradaría mucho, dado que era un señalado Mod.
Su madre se opone a ello por no tener que hacer un camino tan largo, no obstante él se escapa con la moto pero a poco de salir se le avería y un amigo de su padre se la arregla y en compañía de Niki, la hija de éste, que también era un Mod, se marchan ambos, ilusionados además con un par de entradas para un concierto que encuentran en la chaqueta del padre que John lleva puesta.
Al quedarse sin dinero hacen una parada en casa de otro Mod cuyo hijo, Logan, se añade a la pareja y a los que les da dinero para completar el viaje, con unas secretas intenciones.
Una vez allí John tendrá ocasión de enterarse de algunas cosas referentes a su progenitor que nunca le contó.
Para los que no sepan lo que fue el movimiento Mod (modernista) es una subcultura que tuvo lugar en 1950 en Londres cuyos aspectos principales era vestir a medida de forma elegante, aceptar los nuevos movimientos musicales incluido el nuevo jazz y tener pasión por la Scooter, entre otras costumbres.
El contraste lo ponían los Rockers con motos de mayor cilindrada, con chupas de cuero, tupés y patillas y cada uno tenía su tipo de música.
Desde mitad de 1960 se utilizó el vocablo Mod para definir esa forma de vida, cuyos defensores tuvieron no pocos enfrentamientos con los viejos rockeros que no estaban de acuerdo con ellos. En cierto momento tuvo lugar una pelea en la playa de Brighton entre mods y rockers, como se apunta en la película.
Este film es una especie de homenaje a la moda y la cultura Mod.
A lo largo de la trama se cuentan las andanzas de este joven hijo de un apasionado por la música del famoso conjunto inglés del mismo nombre que puso de moda esa manera de vivir.
El argumento de esta cinta recoge las aventuras que les ocurre a John Parker, después junto a Nicki y posteriormente también en compañía de Logan.
Digamos que es una especie de road movie que no cuenta nada especial, pero al menos resulta entretenida y de paso nos da a conocer algo de esa clase de música y de la cultura que originó.
A excepción de Patsy Kensit, los principales actores, Patrick McNamee, Sacha Parkinson y Max Boast, proceden de series de televisión, por lo que no son muy conocidos en cine al no haber actuado en películas por lo que los personajes que encarnan se hacen más creíbles.
Gracias a ello ha sido posible realizar este film con un reducido presupuesto.
En la banda sonora se incluyen algunos temas de Paul Weller, The Jam, The Chords y otros grupos de la época.
Tras realizar tres cortometraje Chris Green, director de Destino Brighton (2021), hace con éste el tercer largometraje de su filmografía que lleva al ritmo que requiere una road movie como es esta que resulta bastante entretenida aumentando el interés en esos giros finales de la narración.
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