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CRITICA
Por: PACO CASADO
Siendo aún pequeños recordamos haber visto varias películas sobre el famoso personaje del diabólico Fu Manchú creado por la imaginación de Sax Rohmer, de las llamadas entonces de jornadas, ya que cada una de ellas dejaba el final en suspenso y se continuaba en la siguiente, como los capítulo de una novela.
Pasaron los años y mientras tantos el personaje cayó en el olvido, hasta que lo volvió a encarnar dándole vida Christopher Lee, cuya figura se prestaba perfectamente para ello en su constante afán de interpretar producciones del género de terror y aventuras.
Ahora, al cabo de los años, nuevamente vuelve a renacer de las cenizas su figura para mostrarnos una nueva aventura en la que vuelve a demostrar su desmedida ambición de poder y de conquistar el mundo. Fu Manchú da un plazo de 15 día a los gobernantes de todo el mundo para que se rindan a sus deseos.
El argumento en esta ocasión es un tanto infantil y no posee el exotismo de las películas anteriores, aunque no por ello al estar realizado en coproducción por tres países, España, Italia y Alemania, no se priva de poder filmar exteriores en Estambul para hacer más atractiva la historia, poniendo a su servicio todos los medios modernos que el cine posee en la actualidad
El malvado cerebro chino de Fu Manchú planea congelar los océanos de la Tierra con su nuevo y diabólico dispositivo.
Pero el Dr. Nayland Smith, perteneciente a la Interpol, tratará de impedirlo por todos los medios.
En estos momentos pensamos que el personaje ha perdido ya la fuerza que tenía antaño, al igual que su exotismo y su atractivo, al convertirse en uno más de los muchos delincuentes que tratan de apoderarse del mundo en este tipo de films tan al uso actualmente en las producciones modernas del tipo de las de agentes secretos, que es como está concebida esta cinta.
Las aventuras se suceden, la película resulta entretenida para el público infantil o poco exigente, pero en definitiva, este Fu Manchí no es lo que fue en su momento.
El director español Jesús Franco, que ha realizado buena parte de su obra última en Alemania, ha tratado desde la dirección, de darle el mayor ritmo posible y hacer que al menos resulte distraído a base de introducir muchas peripecias y acción, aunque a veces le hagan caer en el tópico del cine de agente secreto limitándose a hacer un producto simplemente comercial, con cierto ritmo, pero poco más, contando con Christopher Lee en la cabecera del reparto como un atractivo añadido en esta su quinta y última caracterización del personaje.
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