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CRITICA
Por: PACO CASADO
En la filmografía del realizador británico John Irvin encontramos títulos de acción como 'Los perros de la guerra' (1980) o 'Robin Hood el magnífico' (1991) y comedias amables del tipo de 'El pico de las viudas' (1994) y 'Un mes en el lago' (1994).
Basada en la novela de H. E. Bates nos cuenta los románticos amores de una mujer ya madura, la señorita Bentley, que no se resiste a vivir sola, durante la primavera de 1937, mientras pasa sus vacaciones en una elegante villa a orillas del lago Como, en Italia, se dedica a cazar a Mister Wilshaw, un Mayor del ejército británico, que está ya retirado de las armas.
Ella habita en un resort del lago Como, del que resulta ser una atractiva huésped mayor, donde conoce a un apuesto y acomodado hombre soltero.
Pero cuando él está más interesado en una joven bella y coqueta, la norteamericana señorita Beaumont, la traviesa señorita Bemtley, se cruza en su camino y hará todo lo posible con su atractivo, experiencia y veteranía, para poder atrapar a su presa.
Durante el juego amoroso que se establece, ambos se dan celos respectivamente, con un atractivo jovencito italiano y una guapa institutriz norteamericana.
De esta ligera historia que Trevor Bentham ha confeccionado en un interesante guion con un ingenioso e inocente juego amoroso lleno de situaciones que, aunque previsibles, no dejan por ello de ser menos divertidas y a las que saca un eficaz partido en todo momento.
El director John Irvin cuida de que el relato esté perfectamente ambientado y que Pasqualino de Santis obtenga la máxima belleza del espléndido paisaje, que bien lo merece, como es el marco del famoso italiano lago de Como y los pueblecitos de los alrededores, llenos de pintoresquismo, bañados por la música de Nicola Piovani.
Entre sus cartas más positivas, con las que juega el realizador, está el estupendo reparto encabezado por la veterana y siempre segura actriz Vanessa Redgrave y el sobrio y exacto Edward Fox, junto a la envejecida y gruesa Alida Valli, que está casi irreconocible, resultando más flojos los jóvenes actores Uma Thurman y Alessandro Gassman en sus respectivas actuaciones.
Una aceptable película británica, con un tipo de cine muy amable, que se deja ver con bastante buen agrado.
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