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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Viridiana' (1961) marcó la vuelta del director español Luis Buñuel a nuestro cine tras estar exiliado en México desde la guerra civil.
Levantó polémica el hecho de ganar la Palma de Oro merecidamente en el Festival de cine de Cannes siendo borrada de nuestra producción nacional y prohibida durante muchos años hasta que por fin se puede exhibir en nuestras salas a partir de ahora.
Para muchos Luis Buñuel es ya un genio.
La idea de esta película se le ocurrió a Luis Buñuel pensando en la imagen de una joven drogada y en brazos de un viejo que de otra forma no la hubiera tenido.
Viridiana es una santa poco conocida que vivó en la época de San Francisco de Asís, y durante su estancia en México pensó bastante en ella.
Para algunos 'Viridiana' (1961) es la versión femenina y más arrogante de 'Nazarín' (1959), que había rodado años antes.
Ante de profesar como religiosa, Viridiana visita a su tío y tutor don Jaime para despedirse de él
Pero este hombre, viudo y solitario desde hace muchos años, encuentra en la joven novicia el vivo retrato de su esposa fallecida.
La obliga a vestir sus antiguas galas de novia y, a continuación, requiere su amor.
Como Viridiana lo rechaza, don Jaime le hace creer que ha sido violada bajo los efectos de un bebedizo y la muchacha decide cortar toda relación y volver al convento.
Pero ese mismo día don Jaime se suicida y Viridiana, sintiéndose culpable de su muerte, decide quedarse en la casa y dedicar el resto de sus días a practica la caridad con los menesterosos del lugar.
Film de extraordinaria sencillez narrativa, que arranca cuando Viridiana va a profesar como novicia.
La superiora le comunica que su tío no podrá venir y que vaya a visitarlo para despedirse.
El encuentro entre ambos es frío pero educado, ya que va a verlo por obediencia, pero no por afecto, porque le trae el recuerdo de su esposa fallecida.
El final fue cambiado por la censura.
Se convirtió en un gran mito y hoy es considerada una obra maestra en todos los sentidos.
A pesar de haber pasado muchos años desde su producción, por el cine de Luis Buñuel no pasa el tiempo, ya que es un director clásico, de siempre, con un cine directo y natural, cuyas historias se entienden en cualquier época y su cine no necesita ser vanguardista, ni atenerse a modas.
Él siempre lo dijo que le importaba poco la técnica y sólo va a contar historias de la forma que mejor sabe.
Por ello no nos extrañamos por ver ahora 'Viridiana' (1961) a pesar de los años transcurridos, está como si la hubiéramos visto entonces.
Bueno, igual no, aunque no somos dados a escandalizarnos por nada, sí nos hubiera llamado un poco más la atención su tema y tratamiento como ocasionó su revuelo en L'Osservatore Romano en su día, tras conseguir la Palma de oro en el Festival de cine de Cannes, premio que compartió con la francesa 'Une aussi longue absence' (1961), dirigida por Henri Colpi.
Con 'Viridiana' (1961) volvía Luis Buñuel a España tras muchos años de exiliado en México, pero haciendo fuera un cine más español que el que se hacía aquí.
Volvía para hacer una cinta muy española en la que colabora México en su producción, para conquistar la gloria para España al lograr la Palma de oro en Cannes.
Pero la pacatería de algunos españoles de aquellos momentos hizo que se renunciara a los derechos de nacionalidad y por ende a la gloria que nos correspondía.
Luis Buñuel se enfadó y no volvió hasta rodar 'Tristana' (1971) diez años después con la que estuvo a punto de conseguir ganar el Oscar.
La irreligiosidad de Luis Buñuel queda una vez más patente en esta película con su sarcasmo hacia la religión católica en la imagen, en los sonidos, en los símbolos, ya sea en la parodia de la última cena, el montaje que hace del ╡ngelus o la utilización del Aleluya de Handel.
Pero al margen de esto Luis Buñuel hace cine como quien bebe agua y su maestría es indiscutible, muchas veces probado a lo largo de buena parte de su filmografía.
'Viridiana' (1961) es una obra maestra de las que tan fácil es encontrarlas entre las suyas a lo largo de los años que lleva haciendo cine.
Su facilidad para poner la historia en imágenes, el manejo de los actores, muchos de los cuales estamos hartos de verlos mal dirigidos en films de segunda fila, que aquí se comportan a la perfección, sobre todo los secundarios, ya que a los principales desde esa maravillosa Margarita Alexandre, tan mal aprovechada por nuestro cine, hasta llegar a Francisco Rabal y Fernando Rey, son habituales en sus cintas, así como la propia Silvia Pinal, se meten en la piel de sus personajes como si fueran ellos.
Película polémica, cuya prohibición la convirtió en mito, que sigue siendo una obra fresca, madura y genial del gran director aragonés, el realizador español más universal
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