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CRITICA
Por: PACO CASADO
Muchas han sido las películas que hemos visto sobre los personajes creados por Edgar Rice Burroughs desde que teníamos pocos años. Y aún recordamos en nuestra memoria el haber visto esta que hoy comentamos. En su momento nos divirtió bastante y aún hoy día nos parece que cumple su objetivo.
Basada en una anécdota sencilla y simple se nos cuenta una aventura más del rey de la selva, por un director al que se pretende poner actualmente de moda y que sabemos que siempre ha sido un realizador de esos que cobran una nómina de Hollywood en una gran productora como la Metro, y no pasa de ser un buen artesano que conoce el oficio, que es capaz de realizar un buen producto comercial cuando tiene medios suficientes a su disposición.
En este caso no ha tenido que quebrarse grandemente la cabeza, ya que la misma ingenuidad y sencillez de la historia le da el encanto necesario para que salga un film apto para niños y que divierte también a los mayores con las proezas atléticas de Johnny Weissmuller, hasta ahora el mejor Tarzán que hemos conocido, ya que cumple las aptitudes necesarias para representar al personaje que Rice describe en sus novelas, agil, fuerte, atlético, buen deportista y nadador.
La película se ve con agrado y aunque no tiene grandes alardes de realización en la que se notan a veces las trasparencias, está correctamente realizada.
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