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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es curioso, pero tan solo las películas de Tarzán y alguna que otra honrosa excepción, tienen el privilegio de atravesar nuestras fronteras, a pesar de su ancianidad, para ser exhibidas en los circuitos comerciales.
No cabe duda que la fuerza de este cine no reside eni en la valía de sus directores, ni en los grandes productores de Hollywppd que los llevaron a cabo, ni siquiera en la fama de los actores que encarnaron a sus protagonistas.
Simple y sencillamente se encuentra en la gran categoría del personaje creado por Edfgar Rice Burroughs.
Pero los pequeños espectadors les da igual que sea Johnny Weissmuller, Gordon Scott o el fallecido Lex Barker, porque ellos van a ver una nueva aventura de Tarzán, ese héroe infantil con el que ellos sueñan aventuras más fantásticas que las que puedan idear los propios guionistas.
En esta ocasión, como en otras muchas, la cinta no se basa en ninguna novela, sino que se ha creado un argumento en torno a su figura, con parecidas características a las que le dotaba el escritor.
Y la cinta funciona, con esa ingenuidad y sencillez característica de la serie. Da igual que sea la primera o la última, como en este caso, que protagonizada por Johnny Weissmuller, quizás el mejor Tarzán que ha cruzado la pantalla.
Es curioso notar la intervención en la fotografía de Gabril Figueroa y de Martínez Solares, ya que la película fue rodada en tierras mexicanas..
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