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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta producción británica sigue los pasos de Nancy Stokes, una maestra de religión, una mujer viuda de 55 años, que desea tener algo de aventura a través de una conexión humana y conocer algunas experiencias sexuales que nunca tuvo.
Para ello se instala en la habitación de un hotel y por internet contrata los servicios de un trabajador sexual, por supuesto, mucho más joven que ella, que para su labor emplea el nombre de Leo Grande.
A través de este encuentro y de otros sucesivos posteriores hasta cuatro que tienen lugar, vamos conociendo mucho mejor a ambos contendientes en esta especie de batalla sexual.
Nancy ha sido siempre una mujer reprimida a la que el marido le obligaba a tener siempre la misma clásica postura sexual en sus relaciones y en ningún momento pudo disfrutar de una fantasía en ese sentido y eso es lo que busca ahora, para lo que se prepara una lista de posturas que desea experimentar.
En cuando a él poco sabemos más que fue abandonado por su madre a los 15 años y que la engaña diciendo que trabaja en una empresa petrolífera, algo que su hermano no se ha creído nunca.
Las relaciones que se suceden a lo largo de esos cuatro encuentros o actos, ya que es lo más parecido a una obra teatral, sobre un escenario único, es lo que constituye el argumento de esta película en la que a pesar del tema que trata, únicamente hay escenas de sexo en los metros finales y brevemente, cono una especie de corto trayler sobre la lista de sus deseos.
Más que sexo lo que hay es una relación humana entre ambos en esta especie de despertar sexual por parte de ella tras la muerte de su marido, mientras que Leo utiliza todos sus encantos posibles para conectar con ella, satisfacerla en todo lo que le pide y tratar de hacerla feliz con su carisma y comprensión respecto a su cliente.
En cuanto a la interpretación todo el peso de esta historia recae en ambos, Emma Thompson aportando su veteranía y experiencia como ganadora de dos Oscar, mientras que Daryl McCormack aporta su juventud dándole la respuesta adecuada en cada instante.
Esta joven directora Sophie Hyde, de 45 años, nació en Australia, debutó en la dirección de un largometraje con '52 martes' (2013) al que siguió 'Amistades salvajes' (2019) y ahora nos llega el tercero 'Buena suerte, Leo Grande' (2022) que es el primero suyo que le vemos, aunque todos ellos se han exhibido en las salas españolas.
Premio del público al mejor largometraje en el Festival de Provincetown.
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