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CRITICA
Por: PACO CASADO
Siempre se ha dicho que cuando un director escribe sus propios guiones que las películas salen mejor, aunque haya excepciones.
En 'French Kiss' (1995) se da la circunstancia contraria, la de un famoso guionista que un día pasó a dirigir sus historias, pero aquí de forma curiosa es un guion ajeno el que mete a Laurence Kasdan en un género como la comedia que sólo había tocado de pasada hasta ahora y que tanto deseaba profundizar en ello.
La experiencia a nuestro entender y por los resultados logrados, ha sido muy positiva.
La historia de Kate, una acomodada chica americana que está a punto de casarse con Charlie su joven novio médico, con el que tiene una vida perfecta y están a punto de comprarse una casa, pero se ve en la tesitura de cambiar de vida cuando éste le llama desde un congreso médico en París diciéndole que la abandona por Juliette, una diosa de mujer que acaba de conocer, por lo que le pide que cancele la boda.
A pesar de su miedo a volar está dispuesta a recuperarle, y emprende un vuelo desde Canadá a París, pero por el camino se encontrará con Luc Teyssier, un ladrón de poca monta, que esconde en su bolso sin que ella lo sepa un collar robado para pasarlo por la aduana, con el que correrá abundantes aventuras a lo largo y ancho del país francés, que acaba metiéndose en problemas al ser usada por éste.
Lo que parece una simple comedia romántica para pasar el rato, en manos de Kasdan se convierte en algo más, en una crítica a las costumbres francesas, el choque de dos culturas y una reflexión sobre la mujer actual que representa la propia Kate que termina decidida a reconvertirse, de burguesa esposa americana, en arriesgada aventurera francesa.
El guion logra componer situaciones muy divertidas y aunque sea el típico triángulo, posee una cierta originalidad.
Para Laurence Kasdan, Kevin Kline es un actor prácticamente imprescindible, ya que son cuatro los films realizados ya con él, pero hay que decir en favor del camaleónico intérprete que aquí encarna perfectamente su papel de francés aventurero que oculta lo que en realidad es, frente a una encantadora y dúctil Meg Ryan que, en manos de Kasdan, logra su mejor papel hasta la fecha: romántica, cómica, apasionada y exhibiendo un amplio y variado registro que la convierte en una de las mejores actrices de comedia del actual cine americano.
El coro lo ponen muy dignamente Timothy Hutton, Susan Anbeh y los franceses Jean Reno y François Cluzet.
Una rica banda sonora de Owen Roizman festoneada por canciones tradicionales francesas, buena fotografía y una espléndida dirección para llevar a cabo el bien urdido guion de Adam Brooks, hacen una divertida y buena película que no deben perderse.
Nominados al Premio American Comedy Meg Ryan y Kevin Kline.
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