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CRITICA
Por: PACO CASADO
Entre los géneros que más predicamento tienen en el cine de Hollywood destaca el cine policiaco o también llamado cine negro.
Grandes directores poseen las mejores obras de su filmografía en este apartado que llegó a crear grandes maestros del género.
En sus títulos se recoge toda esa negra y sucia historia, unas veces real y otras ficticias, de las acciones llevadas a cabo por los gángsteres, personas sin el menor escrúpulo para cometer un robo o incluso un crimen.
Aquí se nos cuenta la aventura de John Shaft, un detective de color que actúa como los protagonistas de cualquier novela policiaca de Dashiell Hammet, por ejemplo, en colaboración con la policía, pero manteniendo las distancias con ella.
La acción se centra en un secuestro de la hija de un criminal cuyo padre le encarga el trabajo de buscarla a John Shaft.
A pesar del paso del tiempo, el género no está agotado como lo demuestra la salud que posee al salir de vez en cuando alguna película notable con una constante renovación de sus principales características.
En este sentido ha surgido recientemente este film de cine negro interpretado por actores de color aquí titulado 'Las noches rojas de Harlem' (19871).
Esto no ha variado esencial, sino accidentalmente, el tradicional esquema de esta clase de cintas.
'Las noches rojas de Harlem' (1971), también conocida entre los aficionados a la música por su título original Shaft, debido a la canción de Isaac Hayes, se enclava dentro de este apartado y sigue las constantes del género, sin importarle al director, Gordon Parks, para nada el color de la piel de sus protagonistas, simplemente para justificar su entrada en el siempre misterioso y conflictivo barrio de Nueva York, Harlem, donde se desarrolla la historia de un rapto en complicación con la Mafia, investigado por John Shaft, un detective de color que, dada su privilegiada situación de representante de la ley y el hermanamiento con los de su raza, puede usar a ambos para llevar a cabo la peligrosa misión.
La película está realizada con una gran corrección, con habilidad, con oficio, creando el ambiente típico neoyorquino, perfilando bien los tipos, llevando con soltura perfectamente el ritmo de las imágenes al compás que le marca la excelente banda musical compuesta por Isaac Hayes, que se ha hecho muy popular.
No se olvida tampoco el realizador Gordon Parks de cuidar con gran pulcritud los escenarios donde tiene lugar la acción sirviendo casi al mismo tiempo un auténtico documental del enigmático barrio y de los personajes y bandas que lo dominan.
El hecho de que Shaft sea de raza negra no es anecdótico, ya que la trama está influida por la presencia de activistas negros y la intervención de la policía trata de evitar los enfrentamientos racistas, a pesar de tratarse de una lucha entre la Mafia y una organización de gángsteres de color.
Tiene un buen uso de la fotografía y el color y de los actores, que cumplen muy adecuadamente sus cometidos.
El film lleva una gran carrera comercial a nivel mundial, lo que hace prever que nos lleguen nuevos casos del eficaz policía.
Oscar, Globo de oro, Grammy y OFTA a la música de Isaac Hayes. Premio MTV a Richard Rountree. Premio NBR.
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