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CRITICA
Por: PACO CASADO
Según el esquema argumental de este film, los dos protagonistas tienen que eliminar a sendas víctimas, pero su forma intercambiada para que la policia no encuentre rastros en ninguno de los crímenes, dada la desconoexión entre víctima y verdugo.
Este argumento no demasiado original pero sí interesante es la base de un guion bastante rebuscado, que sigue la línea del moderno cine policiaco italiano, un cine que parece que pretende sobre todo sorprender al espectador, al tiempo que procura no darle pistas para evitar que adivinen los finales efectistas y retorcidos con que suelen terminar este tipo de producciones.
Y así, con un género cada vez más frecuente, como es este del suspense a la italiana, vamos pasando de una histeria rebuscada a otra aún más, de una narración pretenciosa a otra más complicada todavía.
La galería de personajes suele ser de lo más amoral y sus conductas dejan que desear más de la cuenta, quedando como prototipos de personajes carentes de realismo y de humanidad. Más bien son marionetas, y en esto resulta ejemplar "La víctima designda", con unos protagonistas increíbles, sobre todo el conde interpretado por Pierre Clémenti en un abiguo y cínico papel.
El color y la fotografía, una vez más amplaida a 70 milimetros, realzan unos escenarios a los que el director Maurizio Lucidi saca bastante partido, sobre todo en la muy cinematográfica Venecia.
La música es de calidad y su agradable partitura resalta en la mediocridad general del largometraje.
Así pues, "La víctima designada" es la película típica de género, pero no llega afortudamente, a los extremos de sadismo y retorcimiento de otras del mismo corte, si bien esto no quiera decir que su trama, personajes, historia y desarrollo sean un prodigio de naturalidad, ni mucho menos.
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