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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hace bastante tiempo que Preminger es productor de cine, y desde hace bastante tiempo se atreve a llevar a la pantalla temas valientes, no ya por su contenido social o estético, sino porque han tomado enorme fama antes de llegar al cine, a través de grandes obras literarias o musicales.
Ahí tenemos "Porgy and Bess" o "Carmen Jones", de otras tantas óperas, de Gerswhin y Bizet, respectivamente, o los archiconocidos best-sellers literarios como "Anatomía de un asesinato", "Exodo" o "El cardenal".
Esta valentía proviene de una gran seguridad en si mismo.
Quizás sea el más seguro de los directores del mundo durante el rodaje. En su cine se ve perfectamente que la sala de montaje no sirve sino para realizar unos cortes y empalmes.
Todo ha sido previsto con anterioridad. Cuando empieza el rodaje ya conoce perfectamente la extensión, el ritmo exacto , los gestos justos de los actores y la angulación d el acámara, porque el montaje ha sido totalmente señalado durante el período de concepción del guion.
En el rodaje sólo es necesario conseguir un ambiente para que el actor pueda relajarse y consiga decir y hacer con naturalidad lo que rígidamente le ordena el veterano Preminger.
El movimiento de la cámara en Preminger proviene de una búsqueda constante de lo esencial. Y, como si montara por corte resultaría excesivamente ágil el movimiento, usa de los deplazamientos en grúa, con una extraordinaria suavidad, lo cual permite dar una fluidez y musicalidad visual a la acción que equilibra el fuerte contenido dialogal del guion.
Y acabamos de decir una de las palabras claves del estilo de Otto Preminger: equilibrio. Siempre se busca la humanidad a través del equilibrio, con una postura muy clásica, e igualmente el conocimiento y el saber lo considera bajo un matiz aristotélico de la virtud está en el término medio.
Sólo un personaje es considerado extremistamente en el film y no es otro que Van Ackerman, que es el antipático integral. El resto son humanos y compartimos exacta simpatía por todos, pues a través del físico o de las ideas que defiende, o la forma de defenderlas hay momentos en los cuales podemos indentificarnos con cada uno de los personajes.
El film resulta completo en todos sus aspectos, tanto temáticos, estructurales como formales.
Posee la misma redondez y plenitur que caracteriza al cine de Preminger.
Es necesario destacar la más formidable interpretación contenida de un elenco de estrellas. Ninguno de estos grandes actores da su recital, sino que se incorporan humildemente a la tarea directiva y al personaje.
La película constituye un canto a la democracia, a la libertad y dignidad humanas, y sólo tiene algunos defectos de fondo y forma qu ela hacen reservar para personas mayores..
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