|
CRITICA
Por: PACO CASADO
A pesar de que su director Mario Camus defina esta película como "una comedia realista" nosotros nos atreveríamos a encajarla dentro del más puro y mejor cine policiaco que se ha llevado a cabo en nuestra cinematografía en muchos años.
Mario Camus no ha tenido más que basarse en la realidad de nuestro país.
Un día lee en el periódico, la noticia de un desfalco de José Pérez Díaz en un banco santanderino en 1991 y el argumento se pone en marcha.
Juana Miranda, una mujer de clase media, que es la esposa de Simón, el director de la sucursal del Banco Continental, que ha desaparecido.
Según todas las apariencias, se ha llevado cientos de millones de un desfalco que ha sido cuidadosamente planeado.
Su esposa, a punto de perderlo todo, está bajo vigilancia y no cesa de recibir llamadas amenazadoras.
Hace amistad con uno de los hombres que han perdido todos sus ahorros y conoce también a la amante de Simón, pero debe continuar sola, en busca de la oscura verdad.
Y se da cuenta de cómo su vida cambia para mal en pocos momentos cuando la policía descubre que su esposo se ha fugado con varios millones de la caja de la entidad bancaria donde trabaja.
Mario Camus prefiere los personajes femeninos porque son más ricos en reacciones y de esta manera elige, una vez más, a una mujer como principal protagonista de este relato.
Una tímida mujer que vuelve una noche a su casa y se la encuentra toda revuelta.
Han robado o buscado algo y además su marido ha desaparecido.
Al día siguiente leerá en los periódicos que ha huido con una gran cantidad de millones procedentes de la sucursal bancaria que dirigía.
Los apoderados de la entidad bancaria, el juez, la policía, todos están detrás de ella, porque aunque ingenua e ignorante de los hechos, piensan que algo sabe de su marido y que puede estar aliada con él para escapar después con el dinero.
Con esta base argumental Mario Camus ha construido un guion, en colaboración con José Luis Cuerda, sólido, perfecto, que encaja cada escena como las piezas de un puzzle y el relato funciona a la perfección, como un reloj.
Nada chirría en esta producción policiaca española.
Todo está llevado con perfecto orden, sin que quede ningún cabo sin atar.
Poco a poco vamos conociendo algo más sobre el marido, sus amores ocultos, al tiempo que ella también conoce a un hombre en el que parece que puede confiar.
Ambos se enamoran, lo que vendrá a enriquecer una galería de personajes que se completa con el vago hermano de la protagonista, el pobre tío y la sobrina que le ayudan a llevar a cabo el plan que han ideado al respecto.
Una puesta en escena realmente espléndida, matizando cada secuencia, dirigiendo perfectamente a una Verónica Forqué que nos cuesta creerla en un principio como ignorante y humilde señora del banquero, dado lo acostumbrados que nos tiene a la comedia, pero que encaja perfectamente en el papel de la ingenua, pobre mosquita muerta, que parece no ha roto nunca un plato, pero que es capaz de maquinar todo un complicado plan que lleva a cabo a la perfección.
Cuenta con buen apoyo del resto de actores y el interés por el relato que prende desde las primeras imágenes y nos tiene cogidos hasta el inesperado final.
En el aspecto negativo se le podría achacar un exceso de diálogos y falta de más acción y suspense.
Un film interesante que corre el riesgo de pasar desapercibido.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE