Título: |
ANGELES Y DEMONIOS |
Título original: |
ANGELS & DEMONS |
Nacionalidad: |
NORTEAMERICANA DE 2009 |
Dirección: | RON HOWARD |
Guión: | DAVID KOEPP y AKIVA GOLDSMAN |
Fotografía: |
SALVATORE TOTINO |
Música: |
HANS ZIMMER |
Interpretes: |
TOM HANKS, EWAN McGREGOR, AYELET ZURER, STELLAN SKARSGARD y ARMIN MULLER STHAL |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS |
Duración: |
138 MINUTOS |
Por PACO CASADO
El enorme éxito obtenido en todo el mundo con 'El código Da Vinci' (2006) consiguiendo 758 millones de dólares, ha provocado que se haya echado mano a otra novela de Don Brown que, aunque fue escrita tres años antes, se ha vuelto a reeditar y a obtener nuevos beneficios al albur del título citado.
Aunque el argumento es anterior, a la hora de adaptarlo a la pantalla se le ha dado la vuelta y se sitúan los hechos tras los sucedidos en El código da Vinci, como si fuera una secuela de aquella novela y así el Vaticano llama de nuevo a Robert Langdon, experto en religión de la Universidad americana de Harvard, para que esta vez le ayude a luchar contra las amenazas recibidas de los Illuminati, una satánica secta secreta cuyos orígenes se sitúan en el siglo XVI, que amenaza con una conspiración para destruir a la Iglesia Católica.
Para ello han secuestrado a cuatro de los cardenales favoritos para ser elegidos en vísperas de un nuevo Concilio a la muerte del Papa que se sospecha haya sido asesinado por esta oscura sociedad que al mismo tiempo ha robado una bomba de antimateria de gran potencia para destruir el Vaticano y a partir de las ocho de la noche, cada hora, matarán a uno de ellos si no se cumplen sus exigencias.
Robert Langdon contará con la ayuda de Vittoria Vetra, una científica italiana, deberán buscar el arma más mortífera de la humanidad, ubicada en la sede papal, con la colaboración del Camarlengo, de la policía y de la Guardia Suiza para desentrañar estos misterios y descubrir a los culpables en ese tiempo récord a través de criptas selladas, peligrosas catacumbas y catedrales desiertas siguiendo el rastro de 400 años de símbolos ancestrales que suponen la única esperanza de supervivencia del Vaticano.
El principal problema de este film reside en su misma base, en el guion, a la hora de adaptar la novela que, para darle mayor dinamismo, algo de lo que adolecía 'El código da Vinci' (2006), sitúa todo el argumento en un tiempo poco menos que imposible para resolver tan complicada trama, consultar los archivos vaticanos, salvar a los cardenales, descubrir donde está la bomba y atrapar a los culpables.
La historia se convierte en una especie de gymkana en la que hay que recorrer Roma de punta a punta, de iglesia en iglesia, para poder dar el siguiente paso, lo que hace que se logre una tensión ficticia e increíble de todo punto.
En este sentido la cinta no aburre porque no da respiro al espectador. Otra cuestión es que la documentación que se maneja sea elemental, a nivel de cultura general, como si los secretos de la Iglesia estuvieran al alcance de cualquiera, y no se toma demasiado en serio, ni con un gran rigor científico en otras materias, no escondiendo muchas sorpresas.
Cuenta Ron Howard a su favor para su realización con un holgado presupuesto de más de ciento diez millones de euros gracias a lo cual al impedirle rodar en los lugares reales de la acción, se han filmado en los estudios siendo admirables las reconstrucciones de la Plaza de San Pedro, la Capilla Sixtina y otras iglesias, así como la espectacularidad y fidelidad de las ceremonias religiosas.
La historia, más trepidante y violenta que su predecesora, aunque más entretenida, nos presenta unos personajes bastante esquemáticos, caso del de la actriz israelí, que no da mucho de sí, y no se priva del doble final, con sorpresa incluida, que es difícil de creer.