|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El joven realizador italiano Carlo Carlei consiguió llamar la atención del cine norteamericano con esta película, lo que le valió poder realizar allí su film Fluke (1995) en el que expone un tema que parece preocupar al director, que no es otro que la problemática infantil.
En 'La huida del inocente' (1993) lo lleva al extremo de una violencia inusitada junto a la inocencia infantil en una historia de un pequeño del Aspromonte que se queda huérfano como consecuencia de la rivalidad entre clanes mafiosos por el secuestro del hijo de una rica familia.
El niño, Vito, que es un retrato de la belleza y la inocencia de ojos abiertos, engendrado en una familia de violentos secuestradores y asesino del sur de Italia, se ve obligado a huir al ser el único superviviente de la matanza de todos los suyos.
Vito logra huir para salvar su propia vida y cuando crezca intentará averiguar cuales fueron los pecados de su familia.
En su peregrinar queda deslumbrado ante las luces de la gran ciudad que pisa por primera vez y en la que le es difícil manejarse solo, lo que entraña cierta incredulidad en el desarrollo argumental de la cinta.
El pequeño pone en juego toda su astucia para salir del atolladero en el que se ve metido frente a la violencia desusada de sus perseguidores sedientos de sangre para no dejar testigos de su punitiva acción delictiva.
Película llevada a cabo con cierta sensibilidad en su realización, aunque convencional en el desarrollo de la trama. Un film que pertenece a ese cine italiano tan desconocido para nosotros en estos momentos que puede estar dando nuevos realizadores interesantes que pasan desapercibidos al no llegarnos sus obras.
Dos nombres algo más conocidos como los de Francesca Neri y el veterano Jacques Perrin respaldan un reparto de jóvenes valores del cine italiano para este discreto producto.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE