|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Dentro del movimiento de cine italiano neorrealista el actor y director Vittorio de Sica y el guionista Cesare Zavattini, llevan a cabo su cuarta colaboración.
Ambos constituían un tándem importante que hicieron una de las trilogías más interesantes del cine de esa nacionalidad de esa época, con títulos como 'El limpiabotas' (1946), 'Ladrón de bicicletas' (1948) y 'Milagro en Milá'n (1951), que junto con 'Umberto D' (1952), forman un grupo de clásicos incuestionables del neorrealismo italiano.
La primera recogía la soledad y el desamparo de los niños romanos, la segunda el drama de un adulto que se queda sin su herramienta de trabajo y la tercera la soledad de los mayores de edad en la ancianidad.
Aquí se nos cuenta la historia de un pobre anciano y su perro Flick que luchan por sobrevivir en Roma con las escasa pensión que le proporciona el gobierno despues de tanto años de trabajo a su servicio.
'Umberto D' (1952), está dedicada por Vittorio De Sica a la memoria de su padre, y en ella describe el drama de la soledad en la vejez, a través de un retrato lleno de humanidad en la figura de un pobre funcionario del estado, jubilado, solitario, desamparado, triste y desesperado, que malvive tratando de sobrevivir con la escasa pensión estatal que le proporciona el Gobierno, sin otra compañía y cariño que le da su perrito, en la ciudad de Roma, como único asidero y paliativo a su soledad.
En esta película culminan las teorías zavatinianas sobre lo cotidiano del neorrealismo, con cuyo guion se hace un estupendo poema a la tercera edad y a las personas desfavorecidas de la fortuna.
Pocas veces la gris monotonía de lo cotidiano se ha convertido en algo tan apasionante como en esta incursión de Vittorio De Sica en la existencia vacía de Umberto Domenico Ferrari, el protagonista de esta historia.
Su técnica de tiempos muertos, despojada del sentimentalismo que es tan habitual en De Sica tan sólo será superada por su colega Michelángelo Antonioni.
Un actor no profesional como Carlo Battisti encarnó de forma memorable a este personaje, uno de los ancianos más entrañables de la historia del cine italiano de todos los tiempos.
No es de extrañar que Charles Chaplin reconociera su admiración por 'Umberto D' (1952), pues algo del sentimiento chapliniano, algo de 'El chico' (1921), por ejemplo, anida en sus imágenes.
A destacar igualmente las conmovedoras escenas de María, la criada de la fonda en la cocina, entre otras.
Nominado al Oscar el guion de Cesare Zavattini. Premio Bodil al mejor film europeo. Premio Jussi al mejor director. Premio del círculo de críticos de Nueva York a la mejor película en lengua extranjera ex-aequo con 'Las diabólicas' (1955).
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE