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CRITICA
Por: PACO CASADO
Mauro Bolognini es un realizador italiano acostumbrado a hacer películas generalmente basadas en obras literarias, que suele reconstruir perfectamente en las épocas y los ambientes.
Prueba de ello se pueden citar títulos como "El bello Antonio", "La Viaccia", "Senilitá", "Agostino", "Mademoiselle de Maupin", "Arabella", "Metello" y "Bubu de Montparnasse".
A partir de esta cinta que comentamos, tal vez influenciado por la mota de las películas de denuncia de corte político, impuesta por los éxitos de "Confesiones de un comisario" de Damiano Damiani e "Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha", de Elio Petri, da un giro en su filmografía que habría de continuar con "Libertad, amor mio".
Su estilo va más con ls cintas de época que con estas crónicas de la actualidad.
Bolognini es un hombre que cuida más el encuadre y la ambientación que la agilidad de una cámara y el ritmo rápido de narración para esta clase de largometrajes.
El film sigue los patrones impuestos por ls películas antes mencionadas.
Un estudiante de izquierdas que participa en una revuelta se ve acusado del asesinato de un policía siendo inocente, a la par que la autoridad ha dado muerte también a un estudiante.
Dos asesinatos tratados judicialmente de forma diferente, entroncan toda la problemática de la película.
A pesar de la fuerza de las imágenes y el interés del tema, el film pierde interés ante la caducidad del problema, así como la simpleza e ingenuidad con que ha sido tratado sin dar soluciones finales.
El paso del tiempo ha dañado y hecho mella en este film.
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