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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine de Hollywood tuvo su etapa dorada en la que dio grandes directores y grandes maestros. Y dio también de si una serie de realizadores correctos, inscritos en la gran industria y capaces de hacer un cine eficaz, comercial y conformista.
Entre estos últimos está Edward Dmytryk, un hombre de la mediania, un veterano de la dirección que acaso dio de sí lo mejor en aquella cinta "El hombre de las pistolas de oro".
Autor de muchos films, nunca se le ha podido considera un clásico, sino sólo un veterano. Y por eso su "Shalako" que ahora vemos no es una obra clásica a la manera de John Ford o Howard Hawks, sino tan solo una cinta al viejo estilo.
En efecto, estamos ante la acostumbrada película de blancos e indios, donde se ha intentado meter algo de originalidad en el planteamiento inicial, sobre todo en los personajes, pero luego a lo largo del desarrollo dramático se va cayendo en un tópico tras otro, sin que quede nada de aquella antigua originalidad.
Lamentable color, impropio de un 70 milímetros, y una interpretación anodina en un reparto de estrellas que se limitan a cumplir. Tan solo Sean Connery vuelve a demostrar su eficacia en sacar adelante cualquier papel.
En lo moral la película tiene reparos de cierta consideración, junto a una música vulgar que completa el panorama de un largometraje que distrae a ratos, que no es mala, pero que carece en absoluto de algo tan eficaz en cualquier arte como es la novedad.
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