|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Desde que Jean-Luc Godard le descubriera y practicamente le lanzara en el mundo del cine, con aquel tipo desvergonzado y ligero, simpático y sinvergüenza, Jean-Paul Belmondo ha venido repitiendo el personaje en la mayoría de los films que ha interpretado, con muy ligeras y pequeñas variantes.
Ahora, cuando ha sobrepasado la cincuentena de años, tal vez por aquello de que ya los años le pesan, se introduce así en la comedia desenfadada, la que en otros tiempos se llamaba de enredos y equívocos.
En esta ocasión conquista a una jovencita en un aeropuerto, se la lleva a casa y al ser descubiertos por su propia esposa, la hace pasar por una hija que tuvo en un anterior matrimonio y que ha vuelto a encontrar.
Como verán el argumento no se tiene en pie y por más vueltas que se le quiere dar no ha manera de convencer al espectador, ni siquiera como soporte de situaciones cómicas posibles, cosa que no ocurre, con demasiada frecuencia a lo largo del film.
Como la trama queda bastante teatral y eso no le va a Belmondo ni tampoco a los espectadores de su cine, aún encuentran hueco para poder sacar la cámara a la calle en algunas persecuciones automovilísticas para dar así satisfacción al respetable y desintosicar la película de tanto teatro como lleva dentro, para lo cual George Lautner, hombre habitual en películas de acción, no está habituado, con situaciones estéticas y largos diálogos poco convincentes.
Jean-Paul Belmondo está como siempre, Marie Laforet convence en su papel de esposa engañada y Sophie Marceau pone su encanto y belleza a la película.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE