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CRITICA
Por: PACO CASADO
Los españoles también han querido hacer su película de ciencia ficción. Pero una cosa es querer y otra poder.
Se han puesto todos los medios posibles para que esto fuera lo más fácil dentro de las escasas posibilidades económicas de que se disponía.
Se ha tratado de economizar tanto que se han ahorrado hasta el monstruo, cosa que en cierto modo es positiva, ya que hubiera sido risible de todo punto.
La pretendida ciencia ficción se ha quedado en lo último y se han olvidado de lo primero, o al menos están atrasados en cuanto a adelantos técnicos y tómicos.
Todo un grupo de personas pensando un argumento y a nadie se le ha ocurrido usar en un film de este tipo elementos atómicos en lugar de dinamita o hachas para matar a un monstruo inviable.
Además de los escasos recursos económicos, la película es pobre en escenarios, de imaginación, de puesta en escena.
Toda ella resulta de una teatralidad aplastante y algunas veces hasta ridícula.
Si la película tiene algo es más curiosidad que interés, salvando todos los defectos argumentales hay veces que el espectador está deseando saber qué es aquelo que produce ese ruido y chilla de esa forma tan espantosa.
De aquí se deduce que si alguna vez el espectador sintiera miedo sería por estos elementos extracinematográficos que en rara ocasión van acompañados de la imagen.
En el aspecto interpretativo no cabe destacar a ninguno a menos que sea en sentido peyorativo, tal como Arturo Fernández que repite una y otra vez el mismo tipo, expresiones y gestos de todas sus películas.
El cine de Nieves Conde se ha quedado anticuado desde su famosa "Surcos" ¿nos sonaría la flauta...?
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