|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras éxitos como 'Los pájaros' (1963) o 'Marnie la ladrona' (1964) algunos críticos vieron 'La trama' (1976) como un Alfred Hitchcock inferior, pero pensamos que es un producto depurado, que le ocurre lo que al vino, al que una vez despojado de todo artificio, del truco, de la maquinación, del suspense habitual, lo que queda es un relato ensamblado, perfecto, en el que cada pieza encaja sin ningún resquicio y es capaz de mantenernos interesados hasta el final de esas dos historias comenzadas simultáneamente, en distintos lugares, que después confluyen para caminar juntas hasta el desenlace final.
La anciana millonaria Julia Rainbird, recurre a una vidente para que intente localizar al hijo de su soltera hermana Harriet, a la que obligó a dar a su bebé en adopción y la que marginó de la familia, hace más de cuarenta años, por su mala conducta de madre irregular.
Ahora quiere que su sobrino herede no solo su verdadero apellido, sino también una cuantiosa herencia.
La joven vidente, que se hace llamar Madame Blanche Tyler, es naturalmente, un fraude.
Pero ahora se va a ver envuelta, junto a su novio, un actor sin empleo, que trabaja como taxista, George Lumley, en una aventura alucinante, ya que se encuentran con un par de secuestradores en serie mientras siguen la pista al heredero desaparecido en California.
Por un lado la pareja de la espiritista y el taxista y por el otro el joyero Arthur Adamson hábil ladrón con su amante Fran que logran secuestros perfectos mientras coleccionan enormes diamantes que piden como rescates.
Esta vez Alfred Hitchcock no ocultó ningún as en la manga, ni nos deparó ninguna sorpresa.
Todo estaba a la vista, sin trucos, jugando limpio, a cara descubierta con las más legales reglas del juego, y sale airoso como es habitual en él.
Insólitas las dos parejas de actores, interpretadas por Karen Black, Bruce Dern, Barbara Harris y William Devane, ajustados a sus trabajos, a veces divertidos otras intrigantes.
A pesar de ser su último film y encontrarse ya algo cansado, no desmerece del resto de su filmografía, con un buen guion de Ernest Lehman, basado en la novela The rainbird pattern, de Victor Canning, con interés a lo largo de todo el relato, en el que se conjuga el suspense y la intriga con gran habilidad.
No es indudablemente su mejor película, pero sí resulta ser un testamento cinematográfico más que digno.
Obtuvo una nominación al Globo de Oro para Barbara Harris como mejor actriz de musical o comedia.
Un cine con su sello indiscutible e inconfundible y la maestría de un creador indudable, que sabía divertir al público como nadie.
Fue su última película sin desmerecer de las anteriores en una despedida con dignidad como corresponde a este gran director y notable mago del suspense.
Premio Edgar Allan Poe a la mejor película. Premio NBR.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE