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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película es un remake de una anterior titulada 'Dos en el cielo' (1944), dirigida por Victor Fleming, interpretada por Spencer Tracy e Irene Dunne.
Aunque desconocemos la orginal y los resultados que obtuviera Victor Fleming de la oriignal, y Steven Spielberg no ha sacado esta vez todo el partido debido.
El guion original era de Dalton Trumbo que ahora ha sido actualizado para que vaya con los tiempos actuales, ya que en el original era un piloto de guerra que moría en combate y aquí lo es de una compañía encargada de apagar fuegos forestales.
El film de Victor Fleming llevaba implícito un mensaje para las viudas de guerra que tenían que encauzar sus vidas y rehacer sus hogares al sufrir la pérdida de sus maridos.
Aquí eso ya no tendría sentido y se ha cambiado por otro ecológico sobre el fuego que quema nuestros bosques.
El protagonista, una vez fallecido, es enviado de nuevo a la Tierra para así comunicar y enseñar a los pilotos sus experiencias adquiridas y al mismo tiempo tratar de hacer feliz y rehacer la vida de su viuda.
Se da la circunstancia de que de un tiempo hasta esta parte proliferan las cintas sobre personajes muertos que vuelven a la Tierra en forma de ángeles de la guarda o reencarnados en otros seres, bien para proteger a alguien o para acabar algún trabajo comenzado en vida que quedó inconcluso.
Ahí están títulos como 'El cielo puede esperar', 'Hecho en el cielo', 'Campo de sueños', 'El cielo se equivocó' y ahora 'Always (Para siempre)'.
Steven Spielberg se aparta así por el momento de sus producciones de acción espectaculares y se remansan las aguas.
Vuelve así a la comedia que tenía abandonada desde que hiciera 1941 (1979), aunque en esta ocasión esté teñida de algunos tonos melodramáticos.
Peter es el mejor aviador de su grupo capaz de afrontar los trabajos más arriesgados mientras que la mujer a la que ama padece mucho con el riesgo que corre.
Un día al intentar salvar la vida de Al, su mejor amigo, sufre un accidente mortal.
A la película le falta un poco de chispa para estar totalmente lograda, aunque cuenta con un buen trabajo, sobre todo de Holly Hunter, una actriz que fue descubierta en 'Al filo de la noticia' (1987), donde ya consiguió una nominación al Oscar, bien seguida por Richard Dreyfuss y el gordo John Goodman a quien acabamos de ver en Melodía de seducción (1989), y una pequeña colaboración de Audrey Hepburn en un papel de ángel que le va como anillo al dedo.
No podía faltar la habitual música de John Williams, como en buena parte de las producciones de Steven Spielberg, que aquí
hace aquí un film bonito, amable, simpático, al que le falta un poquito de sal, de gracia y le sobran algunos metros.
Cumple con ella un sueño que tenía desde hace decenas de años.
Se añade el atractivo de la vuelta de Audrey Hepburn, tras ocho años sin estar delante de una cámara, para en este caso encarnar a un ángel y quien mejor que ella que había interpretado Una cara con ángel (1957).
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