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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director independiente, de color, que en su momento nos sorprendía a todos con las disputas raciales que sucedían Brooklyn en 'Haz lo que debas' (1989) y continuó en buena racha en 'Cuanto más ¡mejor!' (1990) y 'Fiebre salvaje' (1991), comenzó a ver declinar su estrella tras su ambiciosa 'Malcolm X' (1992) y ahora se ve metido en un bache en el que algunas de sus últimas películas pasan directamente a vídeo o no se estrenan, como 'Clockers' (Camellos) (1995) y 'Crooklyn' (1994).
Con 'Girl 6' (1996) intenta salir del hoyo haciendo una comedia sobre Judy, una actriz de segunda fila que vive en Nueva York, que está decepcionada por el trato recibido por la industria del cine, mientras que busca un papel que le haga famosa.
Desesperada porque necesita dinero, encuentra un trabajo para poder subsitir en un puesto como operadora de línea erótica para ganarse la vida, pero ve que la interpretación que lleva a cabo a través del teléfono le va comiendo cada día más su existencia y está perdiendo el contacto con la realidad.
Aunque esto poco a poco le va dando más confianza en sí misma, llega un momento en que se da cuenta que si en los papeles que se le ofrecían tenía que desnudar su cuerpo, aquí cada día desnuda su espíritu, y termina por dejarlo.
Suzan-Lori Parks es una joven escritora de 32 años que trabajó durante un año en una línea erótica para tomar experiencia y escribir el guion, que tuvo que podarlo de frases y lenguaje demasiado explícito por designio de la productora, porque toda al cuestión sexual que tiene el film se nos ofrece a través de los diálogos.
La verdad es que lo que se nos ofrece en la cinta es una sucesión de números eróticos-telefónicos con los diversos clientes, que no conducen a ninguna parte, ni nos dicen nada nuevo que no sepamos ya de este asunto.
El abanderado de los cineastas afroamericanos, Spike Lee, ha visto perder su prestigio y se ha convertido prácticamente en un director marginal al que parece que le ha abandonado la inspiración a la hora de la puesta en escena, haciendo una realización vulgar y sin imaginación.
Theresa Randle tiene las cualidades necesarias para el personaje y hace un trabajo bastante aceptable junto a Isaiah Washington como el ladronzuelo de su marido y por su parte Spike Lee se reserva el papel de su arruinado vecino.
En definitiva una floja película de Spike Lee, un director al que deseamos que vuelva pronto por sus fueros.
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