|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Con esta película ya llueve sobre mojado, porque ya se hizo una primera parte con 'Las alucinantes aventuras de Bill y Ted' (1989) con estos singulares personajes que debió marchar muy bien en los Estados Unidos, cuando se insiste en una segunda entrega de estos insólitos elementos que están muy en la onda por la que camina la juventud en la actualidad, pero que en España, tanto la primera entrega como esta segunda, mucho nos tememos que pasen igualmente desapercibidas para el gran público al que, al parecer, va dirigida.
Dos autómatas fabricados por un perverso tirano científico viajan desde el futuro del año 2691 al 1991 para eliminar a sus réplicas originales del siglo XX, Bill y Ted, que son integrantes de un grupo de música heavy metal.
La intención es que los dos jóvenes y sus sucesores no puedan perpetuarse y propagar esa terrible música.
El guion sitúa la historia de nuestros personajes en un futuro próximo en el que han de luchar contra dos robots con su misma imagen que son enviados para su destrucción, cosa que consiguen en parte, pero le dan carrete a la muerte y logran obtener permiso para volver a la Tierra y conseguir extirpar el mal de la faz del planeta.
Todo este insólito y loco argumento, sin pies ni cabeza, y lleno de extravagantes situaciones, da lugar para exhibir algunos efectos especiales que son de lo mejor logrado y lo único salvable de este film, junto con los modernos decorados y poco más, metiendo por medio algunas canciones y estridentes ritmos modernos, poco conocidos por demás.
En la parte musical se introducen canciones de algunos de los cantantes y grupos más populares de la música de hoy en día.
Hablar de la dirección o de la interpretación en esta cinta es algo inútil y una manera más de perder el tiempo como lo perdimos nosotros viendo esta película.
Premio Saturno de la Academia de ciencia ficción para William Sadler como mejor actor de reparto.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE