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CRITICA
Por: PACO CASADO
François Ozon es uno de los jóvenes directores más polémicos e interesantes del cine francés actual.
Su filmografía ha sido vista en buena parte hasta el momento en España, pero aún quedaban algunos títulos como, 'Amantes criminales' (1999), que hizo tras realizar 'Sitcom' (1998).
No es esta recuperación de lo mejor de su filmografía precisamente, en la que hace una confesa versión moderna del cuento de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel, trasladado a un instituto en el que una joven alumna de 17 años conquista a un ingenuo compañero de clase para que cometa un brutal asesinato y le demuestre así su amor.
Después enterrarán el cadáver en un bosque y se perderán hasta llegar a la casa del ogro, en este caso, una remota cabaña perdida en el interior donde encuentran refugio, quedando atrapados por el perverso ermitaño que vive allí.
A través de diferentes flash backs se muestra el crimen, recreándose en él con más morbo y desde otro ángulo, al tiempo que se rellena el corto argumento.
Ciertamente los cuentos infantiles tienen bastante de horror, aunque dulcificado para los pequeños, pero aún así, a veces, llegan a asustarse.
El desigual guion no tiene una base muy lógica, con un crimen gratuito y absurdo, movido por la convulsión de un deseo auténticamente patológico.
Tampoco tiene mucha justificación el argumento en el que la chica domina al chico, en una absurda carrera de carácter criminal.
Quedan muchos cabos sueltos y situaciones que no llegamos a comprender porqué no se resuelven de otra manera más convincente, haciéndose un poco reiterativo el tiempo de la cabaña, debido a una realización bastante irregular.
Premio al mejor guion en el Festival de Sitges. Premio a la mejor actriz Natacha Régnier en la Semana de cine fantástico de Málaga. Gran premio del jurado como mejor largometraje extranjero de LA Outfest.
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