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CRITICA
Por: PACO CASADO
Entre las producciones de terror hay diversas clases, unas que asustan con monstruos, otras que se dedican más al suspense sin mostrar el miedo, pero hay algunas que nos llaman poderosamente la atención y son las que están protagonizadas por niños, género del que se podrían citar numerosos títulos valiosos.
Esta 'Tin y Tina' (2922), dirigida por Rubin Stein, que hoy comentamos, pertenece a la clase de protagonistas infantiles.
Debido a sufrir un trágico aborto en el que pierde a sus bebés, los médicos le dicen a Lola que nunca más podrá tener hijos, lo que hace que también pierda su fe en Dios.
Lola y su marido Adolfo, deciden entonces adoptar a dos hermanos albinos, que están internados en una institución religiosa dirigida por monjas, que se llaman Tin y Tina, dos angelicales huérfanos mellizos de siete años, que les gustan especialmente a Lola, aunque su esposo no es de la misma opinión.
Estos dos hermanos poseen una educación ultracatólica que les han enseñado en el convento donde estaban, que les induce a interpretar la Biblia de manera muy literal, al pie de la letra, sin distinguir lo que está bien de lo que está mal.
Este es el comienzo de esta historia situada en la España de 1981 de esta inquietante producción de terror de cuyos hermanos se encargan los adolescente actores Carlos González Morollón y Anastasia Russo.
El guion está escrito por José Ortuño y Rubin Stein, basado en el corto de este último que estuvo nominado a los premios Méliès, que se paseó por un buen número de festivales consiguiendo más de una treintena de trofeos, convirtiéndose en un corto de culto.
Con el transcurrir de los días Lola se sumerge en una especie de espiral de tristeza y de sospecha cuando ve los macabros juegos a los que se dedican sus adoptados hijos.
Es una historia que promete en un principio, que poco a poco va creciendo en una atmósfera realmente inquietante debido a la conducta de los dos adolescentes.
A lo largo de la narración se tocan temas como los problemas de los niños, la familia, la religión, las dudas entre el bien y el mal, la soledad ante las ausencias del marido, piloto de aviación como profesión, entre otros.
En cuanto a la dirección que lleva a cabo Ruben Stein en esta su ópera prima en el largometraje, toda la prensa lo califica de un realizador que promete, a juzgar por el logro conseguido por esta película, un cineasta que se declara un ferviente admirador de directores como Alfred Hitchcock en cuanto al suspense así como a David Lynch y Guillermo del Toro en lo referente al sórdido ambiente logrado.
Tiene una buena ayuda para ello en la banda sonora que ha compuesto Jocelyn Pook.
En lo referente a la interpretación de los adultos recae fundamentalmente en la actriz ilicitana Milena Smith en el papel de Lola, siendo más anecdótica la actuación de Jaime Lorente en el personaje de Adolfo, su esposo.
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