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CRITICA
Por: PACO CASADO
Ante esta película no sabemos si felicitar a la protagonista o darle el pésame, porque fue estrenada el Viernes de dolores, que fue su santo, o acompañarle en el sentimiento por la muerte de su autor Agustí Villaronga, ya que su estreno ha sido post-morten.
Cuenta la historia de Marisa, una moderna y caótica abuela que vive con sus dos nietos, Edgar (8 años) y Robert (12 años), de los que se hizo cargo de ellos al morir su hija, fruto de dos hombres distintos, en una modesta casa en Cornellá de Llobregat, que está a punto de serle expropiada porque lleva varios meses sin poder pagar la hipoteca y el banco amenaza con quedársela, como tampoco puede pagar el recibo de la luz, el colegio de los niños ni comprar comida.
Ella era una famosa atleta que ganó un buen montón de trofeos en las carreras de obstáculos a lo que también impulsa a sus dos nietos y ahora no puede hacer frente a los que le salen al paso en la vida.
A pesar de que acude a algunos familiares, estos no le apoyan y no le dan el dinero que necesita para seguir viviendo en su casa.
Un día, el menor de los nietos, Edgar, un avispado chico de color, se da cuenta de que a la abuela le pasa algo, ya que se despista, se olvida de las cosas, mete la basura en el frigorífico y cosas parecidas, como no conocer su casa cuando sale a la calle, por lo que deciden no dejarla salir y ocultar a sus familiares que está en casa, para que no la internen en una residencia de ancianos.
Lógicamente lo que le pasa es que tiene la enfermedad de Alzheimer que avanza progresivamente.
El guion de esta comedia drama fue escrito por Mario Tordecillas y el propio Agustí Villaronga, basado en una historia original del primero, en el que trata fundamentalmente de esas personas mayores que han sido un tanto abandonadas por sus familiares que se han olvidado de cuidarlas y llega un día en el que necesitan de ellos más que nunca y sin embargo son dos pequeñas criaturas los que se ocupan de ella como si fuera su madre, a pesar de no tener ni medios para ello.
Agustí Villaronga fue un director señero del cine español, ganador de numerosos premios en festivales cuya filmografía denota su verdadera personalidad al hacer un cine muy diferente del resto de las producciones nacionales, fallecido a los 69 años el pasado 22 de enero en Barcelona, cuya última obra, 'Loli Tormenta' (2022) ha sido estrenada a título póstumo y a él va dedicada en una leyenda en los créditos finales.
Es una lástima que no se trata de su mejor película, sino tal vez una de las que más se separa de sus características habituales, con un guion que saca pelo de donde no hay, llevado a cabo con un ritmo algo lento, en la que el eje principal de la misma es la veterana Susi Sánchez sobre la que recae el mayor peso interpretativo, con el apoyo de los dos críos, Mor Ngom y Joel Gálvez, en los papeles de los nietos y las intervenciones esporádicas de Fernando Esteso y Celso Bugallo.
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